La misma adolescente a la que su timidez acarreaba dificultades para hablar en público que hace justo un año decidió desafiar ese miedo matriculándose en el Bachillerato Internacional hoy puede decir que lo ha conseguido porque ha sido capaz de explicar a un grupo de empresarios el proceso de acidificación de los océanos causado por el Calentamiento Global a través de un experimento científico e, incluso, hacerlo ante una cámara de televisión. Y no solo eso, también ha ganado la fase provincial de la Liga de Debate junto a sus compañeros del primer curso del Bachillerato Internacional del IES Jorge Santayana. Ella se llama Claudia Parra Martínez y está satisfecha por haber logrado superar ese handicap gracias a este primer año como alumna de una modalidad de bachillerato que también le ha aportado otros beneficios.
«En el Bachillerato Internacional las clases no se basan en estar sentados tomando apuntes, sino que hacemos muchísimas prácticas en el laboratorio, sobre todo en las asignaturas de Ciencias, también organizamos actividades en beneficio de la comunidad dentro de una asignatura propia de este bachillerato que se llama Creatividad, Actividad y Servicio (CAS)», nos cuenta. Mas que una asignatura se trata de uno de los tres elementos curriculares adicionales de este bachillerato -junto a Teoría del Conocimiento y a un trabajo de investigación-, que propicia que los alumnos «se impliquen con su entorno y con los demás y hagan algo más allá de lo puramente académico», siempre que «conecte con sus aficiones e inquietudes», puntualiza la directora del IES Jorge Santayana, Victoria Régil. «El Bachillerato Internacional es un paquete metodológico muy amplio en el que, además de los contenidos académicos, los alumnos tienen que mirar mucho más allá», de ahí que el perfil que se busca sea el de chavales capaces de «desarrollar ciertas cualidades: que sean indagadores, pensadores, equilibrados y capaces de gestionar bien su tiempo», detalla. Al menos un 7,5 de nota media en los tres primeros cursos de ESO y una entrevista personal son los requisitos que se piden a los alumnos.
El balance que el IES Jorge Santayana hace tras cinco cursos impartiendo el Bachillerato Internacional es «muy positivo», afirma su directora y así lo confirma la evaluación externa que acaba de superar el centro, en la que se han auditado no solo los resultados académicos -por encima de la media mundial- o la implicación del profesorado. Esa evaluación incluyó reuniones con alumnos, profesores, equipo directivo y también con las familias. «Fueron días de cierta tensión porque era la primera evaluación de nuestro Bachillerato Internacional, pero la hemos pasado satisfactoriamente y este recorrido nos anima a seguir porque nos han dicho que lo estamos haciendo bien, así que a partir de aquí todo será ir a mejor», augura.
En contra de lo que mucha gente cree, el apellido 'Internacional' que lleva este Bachillerato no significa que las clases se impartan en inglés, sino que responde a una filosofía de enseñanza que «trata de conseguir que los alumnos tengan una mentalidad internacional», señala Ana Rodríguez, coordinadora del mismo en el IES Jorge Santayana.
«Este programa que aquí es gratuito porque somos un centro público tiene un coste de 700 euros mensuales en colegios privados de Madrid, Barcelona o Sevilla», recalca la directora del único centro que lo imparte en toda la provincia, que sigue sin explicarse por qué no hay más chavales abulenses que aprovechen una oportunidad así, aunque la clave quizá está en el esfuerzo extraordinario que supone para los alumnos.
esfuerzo extra. Para empezar, tienen cinco horas semanales más que sus compañeros del bachillerato convencional (30 horas), lo que supone que cada día entran a clase a las ocho de la mañana. «No es frecuente conseguir alumnos con tantas ganas de aprender porque, en general, a los jóvenes les cuesta esforzarse y el Bachillerato Internacional es un programa que requiere esfuerzo de su parte», admite. La propia alumna que nos ha ofrecido su testimonio, Claudia, confirma que esta modalidad «es más exigente que el bachillerato nacional, pero la satisfacción a largo plazo es un gran premio, también a a hora de escoger universidad», destaca, en alusión a que a estos alumnos prácticamente se les 'rifan' las universidades por la excelente preparación que llevan ya desde el instituto.
«En el bachillerato ordinario tienen cuatro horas de física y química, mientras que en el Internacional tienen desde primero esas dos asignaturas separadas, de manera que reciben cuatro horas de física y cinco de química, es decir, nueve horas en total, más del doble que sus compañeros», revela la directora del Santayana. También el inglés se imparte en nivel superior y tienen cinco horas a la semana. «Lo bueno es que como somos tan pocos en clase, los profesores nos ayudan a reforzar las asignaturas que se nos den peor», comenta Claudia.
Hasta ahora, las tres promociones del Bachillerato Internacional han salido de las aulas del IES Jorge Santayana suman una docena de alumnos. Éste es precisamente el «caballo de batalla» del centro: conseguir más alumnado. «No es fácil encontrar chicos con estas ganas de aprender», pero también los hay en Ávila, afirma. Claudia Parra es uno de ellos. Será el próximo curso, una vez en segundo, cuando tenga que iniciar el trabajo de investigación que mencionábamos antes, pero ya tiene claro cuál será el tema: «Cómo influye la música en las personas con autismo», nos adelanta. Y aquí la coordinadora de Bachillerato Internacional explica que cada alumno tiene un tutor que les orienta en la investigación.
La directora resalta también la implicación del profesorado del centro que imparte clase en el Bachillerato Internacional: «No tenemos ninguna compensación extra, la satisfacción es personal, los alumnos nos hacen aprender muchísimo, superarnos, eso es gratificante pero también requiere mucho esfuerzo para el equipo docente del IES Jorge Santayana».
LEA EL REPORTAJE AMPLIADO EN LA EDICIÓN IMPRESA DE DIARIO DE ÁVILA