«No nos resignamos ni nos resignaremos jamás a que la lealtad sea penalizada. Como no nos resignamos ni nos resignaremos jamás a que la traición sea premiada». El discurso del presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, destinó buena parte de su discurso en el XLI aniversario del Estatuto de la Comunidad a arremeter, sin dar nombres pero con destinatario en La Moncloa y sus pactos con los partidos independentistas, contra «el chantaje de una minoría ruidosa y llena de furia frente al resto de la nación». Ante un hemiciclo trufado de lo que habitualmente se viene a llamar representantes de la vida política, económica y social de Castilla y León, Pollán lanzó varios mensajes a los presentes, algunos de ellos calificados como «una obviedad».
«Su intención no es nada recta. Consiste en alejar la ley del bien común y acercarla a intereses particulares», esgrimió el presidente después de haber hecho entrega de la Mellada de Oro de las Cortes, máxima distinción del Parlamento, a todos los medallistas olímpicos y paralímpicos de la Comunidad. Una distinción que se recuperaba este año después de que en 2023 la falta de consenso entre los grupos permitiera su proclamación. Con continuas referencias al mundo del deporte y solo dos al Estatuto de Autonomía, Pollán, denunció que es una «trampa» cambiar el reglamento a mitad de competición «para favorecer a uno de los contendientes, siempre el desleal».
Castilla y León jamás se sumará a esa carrera victimista cuya única meta posible es la frustración"
Nicanor Sen y Alfonso Fernández Mañueco dialogan. - Foto: Rubén Cacho ICAL
Frente a ello, aseguró que Castilla y León «jamás se sumará a esa carrera victimista cuya única meta posible es la frustración», para, a renglón seguido, justificar que esa postura «no significa que vayamos a mirar hacia otro lado cuando se infrinjan las reglas». «Protestaremos las veces que sea, sin movernos un ápice de donde hemos permanecido siempre: la lealtad a ese proyecto sugestivo de vida en común que llamamos España». Carlos Pollán rechazó acudir a «derechos adquiridos» para reivindicar la contribución de Castilla y León y su papel en la historia de España. Momento en el que parafraseo a Don Quijote: «¿Derechos históricos a nosotros? ¿A nosotros derechos históricos?».
Ausencias
Todo ello ante un hemiciclo lleno hasta la bandera, aunque con notables ausencias. El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, no pudo acudir por motivos personales, como tampoco lo hizo el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, por encontrarse en plena recuperación de una intervención quirúrgica. El resto del Gobierno autonómico no faltó a la cita. Tampoco lo hicieron la mayor parte de los procuradores de las Cortes, si bien Francisco Igea, los representantes de la UPL y el portavoz de Soria ¡Ya!, Ángel Ceña, tampoco acudieron a un acto en el que se notó, además, la falta de los responsables de las organizaciones del Diálogo Social: ni Santiago Aparicio, de CEOE, ni Faustino Temprano y Vicente Andrés, de UGT y CCOO, estuvieron presentes en las Cortes. El primero por enfermedad, el segundo por no haber recibido invitación nominal y el tercero porque en su sindicato, la invitación se quedó en la carpeta de 'spam', informa Ical.
Luis Tudanca junto a miembros del PSOE. - Foto: PSOECYLAportación decisiva
Ya pasado el ecuador de su intervención, el presidente de las Cortes quiso abundar en la aportación de Castilla y León a España, que calificó como «decisiva». El Fuero de Brañosera, las universidades de Salamanca y Valladolid, la Escuela del Derecho de Gentes o los primeros testimonios escritos del castellano fueron algunos de los hitos que mencionó. Algo que, según el presidente de las Cortes, «no nos hace superiores al resto de los españoles, nos hace sencillamente iguales».
La parte final del discurso tuvo como destinatarios los 28 medallistas olímpicos y paralímpicos nacidos en Castilla y León que ayer recibieron la Medalla de Oro. «Fuisteis, sois y seréis nuestros mejores embajadores». Tras una férrea defensa de los valores del deporte y su aportación a la sociedad, Pollán, agradeció a los miembros de la Mesa y a los portavoces de los grupos su apoyo a este galardón: «Siempre habrá cuestiones que nos unan, dejando a salvo nuestras legítimas diferencias». El presidente de las Cortes cerró su discurso verbalizando su deseo de que «por muchos años más podamos seguir diciendo: Soy español, ¿a qué quieres que te gane?».