Como un éxito. Así puede calificarse la jornada reivindicativa y festiva celebrada el sábado en el valle del Corneja para volver a decir, alto y claro, no a la mina. Cerca de mil personas se sumaron, en los distintos tramos, a la  marcha entre El Mirón y Malpartida de Corneja, con paso por Santa María del Berrocal, organizada por la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja y la Asociación Vive el Valle del Corneja, junto con otras asociaciones. Esta segunda edición buscó llamar la atención sobre el impacto negativo que la actividad minera tendría en el medio ambiente, la salud y la calidad de vida de las personas que viven en la zona y dejar patente que la lucha contra los expedientes mineros está muy viva.

La elección del recorrido se enmarcó en el avance del expediente 'Polonia 1.152', que afecta a los pueblos antes mencionados y que tiene un permiso de investigación ya concedido impulsado por Cerro El Rocil SL, del grupo Cosentino. 

Desde el colectivo Alejandro Casero explicó que el final de la marcha de 8 kilómetros fue Malpartida de Corneja, pueblo que está bajo la amenaza del inicio de las catas de 'Polonia 1.151', expediente en cuyo marco la Junta acaba de rechazar un buen número de recursos de alzada presentados a la concesión del permiso de investigación.

De esta manera, la marcha tuvo un componente reivindicativo para informar a los asistentes –la mayoría vecinos e hijos de los pueblos– de la situación de este proyecto y de todos los expedientes que siguen adelante en sus diferentes fases, pero también fue un día de fiesta y fraternidad entre los asistentes. Los ayuntamientos afectados colaboraron en la cita y se ofrecieron chocolate y bollos a la  salida, piezas de fruta en Berrocal y patatas revolconas en Malpartida, donde hubo música en directo, poesía y zumba. Además, en el trayecto se fueron tirando las bolas de semilla que se habían preparado el día anterior en un taller celebrado en Casillas de Chicapierna (anejo de Becedillas) para «dejar una huella positiva», en contraste con «los efectos negativos de las minas en el medio ambiente». 

La cita contó con el apoyo de organizaciones sociales, sindicales y políticas y también con alcaldes de la zona, que «se comprometieron a seguir luchando y dificultando, desde sus competencias, la implantación de estos proyectos» en puntos como la logística. Desde la organización también se anunció que se continuará con la vía legal y se llevará el rechazo a los recursos de alzada a la vía contencioso-administrativa.