«Se ha olvidado que los niños tienen que ser queridos». Este es el principal motivo por el que en pleno siglo XXI aún no se ha erradicado la esclavitud infantil, como denuncia el activista pakistaní Muhammad Ehsan Ullah Khan, que calcula que en la actualidad hasta siete millones de niños en todo el mundo son explotados laboral o sexualmente. De hecho, este pakistaní que vive exiliado en Suecia después de que en su país fuera condenado a muerte por denunciar la situación de explotación que sufren miles de niños y niñas, lleva más de cinco décadas luchando por erradicar esta forma de «esclavitud moderna» de la que en buena parte acusa a las multinacionales, pricipalmente textiles y entre ellas también a firmas españolas como «Zara y Mango». 

Muhammad Ehsan Ullah Khan es, de hecho, junto con la Universidad de Salamanca, el impulsor de la asociación Iqbal Masih contra la esclavitud (AIMCE) en recuerdo del niño de 10 años que trabajaba en una fábrica de alfombras de su país después de que su padre lo vendiera como esclavo por 600 rupias y al que este pakistaní ayudó a salir de la esclavitud. Este niño, al que Khan  cobijó y protegió como un padre, se convirtió además en símbolo de la lucha contra la explotación infantil en su país, un activismo que  le llevó a recibir amenazas de muerte. De hecho, con solo 12 años  Iqbal Masih fue asesinado en Pakistan por las mafias esclavistas, recogiendo Ehsan Ullah Khan el testigo de este pequeño en la lucha contra esta lacra. 

Así comenzó la épica historia sobre conquista de derechos civiles de este pakistaní que se ha prolongado durante más de cinco décadas, tiempo en el que ha liberado a millones de niños y puesto en marcha decenas de escuelas para ofrecerles educación. Una lucha que este lunes le trajo a la capital abulense, concretamente a la Universidad Católica de Ávila, donde denunció la situación de explotación que sufren millones de niños en todo el mundo. Una esclavitud que este pakistaní atribuyó a las multinacionales que operan en el Tercer Mundo y que afecta de forma «aún mayor a las niñas», que no solo sufren explotación laboral sino también abusos por parte de sus familias y de la sociedad. 

«Estas empresas generan miles de millones de euros pero a los esclavos solo se les paga un euro», lamentó Khan antes de apuntar que una de las soluciones para erradicar esta lacra pasa por pagar más a los adultos que trabajan en estas fábricas y talleres, lo que evitaría que los niños tengan que ser explotados laboralmente. Otra, apuntó, que los gobiernos, incluido el español, «prohíban la entrada de estos productos elaborados por niños y que los declare ilegales como ocurre con las drogas». Pero el mejor medio para luchar contra esta explotación es, dijo el activista, la educación y que los niños conozcan «sus derechos», a la vez que todos y cada uno de nosotros hablemos de este tema, que lo denunciemos y que se escriba y dé a conocer lo que les ocurre a los millones de niños en todo el mundo que son esclavizados laboralmente y en no pocos casos también agredidos física y sexualmente. Un mensaje del que la UCAV se hará eco, como apuntó su  rectora, María del Rosario Sáez Yuguero, que explicó que esta universidad llevará a cabo «una campaña de sensibilización para contribuir a que todos los niños tengan bolígrafos y educación».  

A Ávila acudió este activista acompañado del profesor Miguel Ángel Esteso quien se refirió a Khan como «un hombre bueno que ha dedicado prácticamente toda su vida a la defensa de los más vulnerables, de los esclavos» sin que en esta lucha, dijo, le haya frenado el haber estado una docena de veces encarcelado, las torturas de las que ha sido víctima por su activismo, ni la condena a muerte por alta traición dictada contra él en 1995. 

objetivos. La asociación impulsada por Khan y la USAL busca, entre otros objetivos, luchar contra la esclavitud infantil así como otras formas de opresión y esclavitud; dar a conocer la figura de Iqbak Nasih a la sociedad en general, y en especial en espacios educativos de niños y adolescentes; generar paz a través de los mecanismo de la educación como herramienta para la libertad, el respeto a los derechos humanos, en especial de los niños, y contra la esclavitud. También es objetivo de esta asociación fomentar el empoderamiento de los niños, que se oiga su voz y que se les permita desarrollarse, recordando Khan que «los derechos de los niños son universales independientemente del país donde vivan».