Un futuro inquietante lleno de desafíos

J.V. (SPC)-Agencias
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La AI puede hacer tambalear el trabajo de contables, traductores y profesores, pero impulsará otros como los de informáticos o analistas

Un futuro inquietante lleno de desafíos

Como si de dos caras de la misma moneda se tratase, la Inteligencia Artificial (AI) se muestra ora beneficiosa ora peligrosa. Así, mientras las grandes compañías como Microsoft y Google indican que los chatbots de estos programas son un copiloto o un asistente para los usuarios, los expertos señalan que este tipo de tecnología cambiará el mundo tal y como lo conocemos, sobre todo desde el punto de vista laboral, sustituyendo a los trabajadores y creando nuevos puestos.

Los cinco puestos que coronan la lista y que son los más expuestos como consecuencia de la lenta pero inexorable implantación de la AI  son vendedores por teléfono, profesores universitarios de lengua y literatura, de historia y de derecho. Otros gremios no relacionados con la educación que están entre los 20 puestos más afectados son sociología, ciencias políticas, mediación y justicia.

No obstante, el experto de la Universidad de Nueva York Robert Seamans indica que esto no se traduce en que estos empleos serán sustituidos por la AI, pero lo que se puede dar es que la Inteligencia Artificial sea «complementaria al trabajo que se está realizando».

En la misma línea se muestra otro estudio de la Universidad de Pensilvania, que añade que los administradores y contables estarían también muy expuestos a esta nueva revolución tecnológica, pues al menos la mitad de las tareas de contabilidad se pueden completar mucho más rápido con estos programas avanzados. Lo mismo ocurre con matemáticos, intérpretes, escritores y casi el 20 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos.

Por el contrario, en 2022 se dieron casi 800.000 ofertas de trabajo relacionadas con la AI en EEUU, según datos recopilados por el Instituto de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford. California fue el estado con más contrataciones -unas 142.000 el pasado año- y, en promedio, el 1,5 por ciento de las ofertas de trabajo en cualquier de los 50 estados estaba relacionada con este sector.

A este respecto, Seamans aconseja a los más jóvenes que elijan carreras centradas en «las habilidades que tienen los humanos e inviertan en eso. Aspectos como el juicio y el pensamiento crítico». 

Un código mundial

Precisamente, ante esta incertidumbre, son cada vez más los estamentos que exigen una cierta regulación de la Inteligencia Artificial a nivel mundial.

En este sentido, organismos como la Unión Europea, la CEOE o sociedades e instituciones estadounidenses y británicas apuestan por redactar un código deontológico claro, robusto y transparente para todo el planeta. Según ellos, el futuro del ser humano y de la Tierra tal y como la conocemos depende de ello.