El centro de salud Ávila Sureste incorpora un nuevo equipo de atención, con médico y enfermera, que está trabajando desde el 1 de marzo y que ayudará a bajar la presión asistencial en este centro de salud, que era la más alta de toda la región. Esta novedad supone el 'reparto' entre los profesionales de las tarjetas sanitarias, por lo que estos días se están mandando las correspondientes cartas a los pacientes dentro de una redistribución en la que se ha intentado que las familias permanezcan unidas.

Estas incorporaciones corresponden a las líneas de trabajo que se están manteniendo desde Atención Primaria, según explicó su directora médica, Ana Arconada, acompañada de la gerente de Asistencia Sanitaria, Isabel Martiño, y el delegado de la Junta de Castilla y León, José Francisco Hernández Herrero.

Estas líneas de trabajo se basan, en recursos humanos, en la incorporación de efectivos médicos, que es «primordial», aunque reconocen las dificultades que hay, entre otras cosas porque la bolsa de empleo está vacía. Es por ello que se está haciendo una «búsqueda activa» de médicos de familia a través de todos los medios posibles, incluyendo «redes sociales, conocidos... la forma que pueda ser».

Este año se han producido varias jubilaciones pero «se están cubriendo», como sucedió recientemente en Candeleda y también en Solosancho, donde hay una persona asignada y se cubrirá «próximamente». Además, hasta junio, hay tres jubilaciones previstas más, en el Valle del Tiétar, pero ya hay profesionales asignados pero se tiene que firmar.

Otra de las líneas de trabajo se centra en el papel «fundamental» de enfermería, sobre todo en cuidados a población mayor, por lo que se quiere incorporar a estos profesionales para «igualar» las unidades básicas. Es decir, que cada unidad tenga un médico y una enfermera porque todavía las hay con más médicos que enfermeras y el compromiso es ir igualando o, incluso en algunos casos, puede haber más enfermeras que médicos.

En estas incorporaciones se producen precisamente las del Ávila Sureste, con un médico y una enfermera, un equipo completo, además de incorporarse otra enfermera al Ávila Suroeste y otra al consultorio de Navaluenga. Esto conlleva contratación de efectivos e incluso obras para acomodar a los nuevos profesionales.

También se ha hecho en los puntos de atención continuada (PAC), con esa misma idea de que los equipos sean médico y enfermera, lo que lleva a que se haya incorporado un puesto más de enfermería en el PAC de Burgohondo (cuatro enfermeras contratadas para cubrir un puesto) y una enfermera en Arévalo a mayores para hacer los dos cupos completos.

También en estos meses se ha reforzado fisioterapia, porque otra de las líneas de trabajo es el afrontamiento del dolor y patología osteomuscular que puede generar lista de espera. Los refuerzos se han hecho con dos puestos en el centro urbano (en la capital) y uno en Sotillo de la Adrada y Arévalo.

Además en el centro Sureste se ha empezado la unidad de cirugía menor que llevaba tres años parada por la pandemia, ya que la idea es ir retomando las diferentes actividades.

Según explican, en este momento están cubiertos todos los puestos de médicos de equipo, sin vacantes, aunque en los de área (atender a urgencias, bajas...) la falta es variable según los efectivos.

Se está a la espera, señalaron, de la «incorporación de médicos, pendientes de trámites», que esperan que se resuelva próximamente, y también se espera la fidelización de residentes que terminan, donde se cree que se podrán «incorporar efectivos» del área de salud de Ávila e incluso de otras áreas de salud y otros servicios porque «el plan de fidelización está abierto a todo el sistema nacional de salud».

En cuanto a pediatría, están «cubiertos todos los puestos actualmente», tanto los de equipo como los de área, tras la última incorporación de Candeleda que ha conseguido que el profesional que estaba haciendo la revisión de niño sano, que era un médico de familia que tenía otro puesto también, vuelva a la situación de partida y haya pediatra tres días en Candeleda y dos en Lanzahíta.

Según insistió el delegado territorial de la Junta, «en Pediatría no ha existido ningún déficit de atención asistencial».

qué hacer. Ante la falta de profesionales, está la posibilidad de aumentar los alumnos en las facultades de Medicina pero esto supone solucionar la situación a largo plazo y «el problema es ahora» también y en los próximos años

Ante ello, algo que se pide, también desde la Consejería de Sanidad de Castilla y León, es que como «primera solución ideal» dado que hay alrededor de «4.000 facultativos formados en las facultades de España con lo que esto supone que ahora mismo no pueden trabajar porque el MIR está planteado como un sistema selectivo y no clasificatorio, llega un momento que no puedes elegir». Es por ello que la propuesta es hacer convocatorias MIR de Familia extraordinarias para que estos profesionales pudieran tener una salida porque creen que interesaría a muchos profesionales. Sería una «solución inmediata muy acorde a lo que necesitamos», aseguró Martiño.