A nadie se le escapa la importancia que, a día de hoy, tiene dominar un segundo (o incluso, un tercer) idioma. Sobre todo si es el inglés. En pleno siglo XXI, encontrar un trabajo pasa, en la mayoría de las ocasiones, por manejarse a la perfección en la lengua de Shakespeare.
Consciente de ello, y de que cuanto antes se comience el aprendizaje mejor serán sus resultados, en el colegio Santísimo Rosario de Ávila comenzaron hace 14 años un potente proyecto de bilingüismo a partir de un plan propio y que iba un paso más allá de impartir en inglés las asignaturas de Arts y Sciences, como es habitual en otros centros.
«Es nuestro Programa de Desarrollo de Competencia Comunicativa», explica a Diario de Ávila Tamara Robledo, profesora de Inglés y coordinadora del Proyecto de Bilingüismo del colegio Santísimo Rosario. «Los niños lo eligen libremente», recalca la maestra que, eso sí, presume de que la gran mayoría de los 300 alumnos del centro optan por beneficiarse del programa. «Contamos con 200 estudiantes en el mismo», apunta Tamara, que nos explica también cómo se lleva a la práctica el método.
Los alumnos del colegio, desde los más pequeños de dos años, comienzan sus clases a las 8,20 horas. De esa manera, hasta las 9,00 horas, en el caso de los estudiantes hasta cuarto de Educación Primaria, se centran en practicar, escuchando y hablando, el inglés.
Y en el caso de los alumnos que cursan desde quinto de Educación Primaria hasta cuarto de la ESO (último curso que se imparte en el centro) asisten por la tarde dos horas semanales a la preparación de los exámenes para obtener los certificados oficiales. «Dedican una hora a las destrezas del habla y de la escucha y otra hora, a la destreza de escribir el inglés», prosigue hablando la responsable del programa, que apunta además que cuando los alumnos llegan a tercero y cuarto tienen además, de ocho a nueve de la mañana, otra hora extra de escuchar y hablar el inglés.
90 por ciento del alumnado. «Y esto se traduce en que cuando terminan cuarto de Secundaria, el 90 por ciento del alumnado ha obtenido el B2», asegura la profesora que este miércoles asistía orgullosa a la entrega de diplomas de los 20 alumnos que el curso pasado se hicieron con el B1 y el B2: diez alumnos en cada caso. Veinte aprobados de 20 alumnos presentados a los exámenes oficiales.
Son, nos explica Tamara, las certificaciones oficiales que después podrán presentar los chicos para certificar su buen nivel de inglés.
Y son, nos dice también Tamara, el resultado del trabajo que se lleva a cabo desde el colegio para lograr que sus alumnos dominen a la perfección el inglés.