La «agresividad fiscal» empuja a las empresas a irse a Madrid

E.Carretero
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Aunque hay más motivos detrás de esos cambios de sede social, el miedo a inspecciones de Hacienda está detrás de este éxodo desde Ávila

La «agresividad fiscal» empuja a las empresas a irse a Madrid - Foto: David Castro

Por cada empresa de la capital de España que se traslada a Ávila otras dos abulenses se van a Madrid. Así, mientras que desde 2017 un total de 64 firmas madrileñas han trasladado su sede social a la provincia de Ávila prácticamente el doble de empresas abulenses se han mudado durante el mismo tiempo a Madrid, tal y como se deduce de los datos facilitados por la consultora Informa D&B, líder en el? suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing?de empresas y empresarios. 

Así, en el periodo transcurrido entre los años 2017 y 2023 abandonaron Ávila 126 empresas para trasladar su sede social a Madrid en un goteo que se ha producido poco a poco y que, de media, supone que cada año Ávila pierde una veintena de empresas que se marchan a Madrid. Pese a todo, los años en los que este éxodo ha sido mayor fueron 2019 y 2021, ejercicios en los que en total, y respectivamente, 23 empresas abulenses trasladaron su sede social a la vecina Comunidad. La fuga de empresas también fue acusada en 2018, ya que entonces 21 firmas abulenses decidieron marcharse a Madrid, al menos lo que respecta a su sede social. 

Los motivos que llevan a las empresas abulenses a trasladar su sede social a la vecina comunidad son varios como comentan desde las patronales de esta provincia si bien parece que uno de los que más peso tienen es el control fiscal. Así lo aseguran también desde varias gestorías consultadas por este periódico que apuntan que la elevada probabilidad que tienen las empresas de  Ávila de ser sometidas a una inspección fiscal por parte de la Agencia Tributaria no solo hace que muchas empresas y autónomos decidan llevar la sede social de sus negocios a provincias con mayor entramado empresarial, y en este caso a Madrid, sino directamente «nacer fuera de Ávila».  Es más, en algunas de estas gestorías hablan de «persecución fiscal» a las empresas de Ávila por parte de la Agencia Tributaria. 

Este problema, aseguran desde una de estas gestorías, no es exclusivo de Ávila sino generalizado en las provincias pequeñas y con menor tejido empresarial. «El tema ha llegado incluso al Congreso de los Diputados», recuerda la encargada de Fiscal de una de gestoría de Ávila al hablar de esa «agresividad fiscal» que sufren los empresarios abulenses y de otras pequeñas provincias donde, proporcionalmente y en relación con provincias de mayor tamaño, Hacienda «realiza muchísimas  inspecciones». 

«Los objetivos de la Agencia Tributaria son los mismos aquí que en Madrid; el mismo tanto por ciento de inspecciones», apunta la misma experta en fiscalidad que advierte de que en provincias como Ávila las empresa a inspeccionar son muchas menos, lo que aumenta las probabilidades sumado, además, al hecho, asegura, de  que la Agencia Tributaria está «en un afán muy recaudatorio».  

«Tenemos muchos casos de empresas que están trabajando en Ávila pero que pagan impuestos fuera», apunta en el mismo sentido el presidente de CEOE Ávila, Diego Díez, que también habla de esa «presión fiscal» en este caso en materia de inspección como uno de los motivos detrás de ese éxodo empresarial. «En Madrid eres anónimo completamente y en Ávila no y aquí la Agencia Tributaria tiene que cumplir con un número de inspecciones con lo cual las probabilidades de que a una empresa en Ávila le toque una inspección son muy altas», explica Díez que aboga porque en esta materia exista un «distrito único» a nivel nacional, una demanda que empresarios de provincias pequeñas llevan reivindicando desde hace tiempo. «¿Cuántas probabilidades tiene Ávila de que le toque el Gordo de la Navidad? Muy pocas, de hecho nunca ha tocado. Pero si todas las bolas del sorteo se repartieran en Ávila las probabilidades de que te tocara serían mucho más altas», pone como ejemplo el presidente de CEOE Ávila de una situación que entiende desventaja para las empresas abulenses. «Les toca siempre a las mismas», asegura al hablar de unas inspecciones que en no pocas ocasiones terminan con «multas» y que en cualquier caso suponen un «coste adicional» para las empresas inspeccionadas que tienen que «dedicar parte de sus recursos, incluso de personal, a preparar información y documentación para presentar a la Agencia Tributaria». 

«Es imposible cumplir con todo; totalmente imposible», asegura el presidente de la patronal abulense que apunta que esto «no significa que las empresas hagan las cosas mal sino que si al final, si quieren, siempre te sacan algo». Y pone como ejemplo de ello las «más de 3.000 normas» que afectan a un pequeño comercio. «Este es uno de los grandes problemas que tenemos en España y por eso estamos pidiendo que se rebaje al menos un 25 por ciento la legislación», señala Díez que apunta que con tantas leyes «aunque estés haciendo todo bien, al final te pillan en algo». 

«Las provincias pequeñas tienen todas un problema bastante similar porque son cuestiones de los objetivos de los inspectores de la Agencia Tributaria y eso nos está haciendo un daño especial», asegura el portavoz de CEOE Ávila en referencia a esa «presión fiscal exagerada» que, dice, sufren las empresas abulenses y que de hecho se ha convertido en una «queja habitual» de autónomos y empresarios de esta provincia, asegura.

«La migración empresarial, definida como el traslado del domicilio social de una empresa de una ubicación a otra, es un fenómeno real», apunta por su parte el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Ávila, Alberto Pascual, que señala que «detenerse en el detalle de esta tendencia es fundamental para comprender sus implicaciones legales, fiscales y económicas, tanto a nivel general como en áreas geográficas específicas», reconociendo que «durante los últimos años, Ávila ha sido testigo de cierta dinámica en este sentido».

Así, apunta Pascual que esta «tendencia de saldo negativo, acentuada en los años de pandemia y que se va conteniendo» habría que analizarla «desde la perspectiva del tipo de empresas, sectores y su horquilla de facturación para que las conclusiones sean completas», a la vez que señala que «también es importante examinar reformas fiscales o políticas gubernamentales que pueden influir en la movilidad empresarial, especialmente en sectores sensibles a la carga impositiva». 

Es más, señala el presidente de la entidad cameral abulense que «no es lo mismo una provincia con grandes cifras de industrialización que una como la nuestra, más limitada en este ámbito» por cuanto factores como la «disponibilidad de mano de obra calificada, infraestructura adecuada o acceso a nuevos mercados pueden influir en la atracción o salida de empresas de un área determinada». De hecho apunta Pascual que «identificar estas variables y su impacto en la toma de decisiones empresariales es esencial para comprender la dinámica subyacente de la migración empresarial», abogando en cualquier caso por «potenciar desde todos los frentes la llegada de estas empresas innovadoras» por cuando esto «puede significar oportunidades laborales para los abulenses, ya sea directamente a través de contrataciones, o indirectamente, a través de la demanda de servicios y productos para respaldar la actividad de estas nuevas».