Basura que también habla

E.Carretero
-

Scout Gredos, en colaboración con el Ayuntamiento de Ávila, organizó una batida para limpiar la ribera del Adaja que servirá además para analizar qué tipo de residuos son más habituales en nuestro entorno natural

Basura que también habla

Limpiar nuestro entorno natural más cercano y a la vez estudiar qué tipo de residuos son los que con más frecuencia depositan los vecinos de Ávila cuando salen a dar un paseo por la ribera del río o a pasar la tarde por los jardines de la ciudad. Ese es el objetivo de la actividad organizada este sábado por el grupo Scouts Gredos en colaboración con el Ayuntamiento de Ávila y que animaba a miembros del movimiento escultista y también a abulenses en general a recorrer el margen del río Adaja, bolsa de basura en mano, para ir recogiendo todos los residuos que grandes y pequeños fueran encontrando a su paso. Residuos que por desgracia forman ya parte en muchas ocasiones del paisaje natural. Y es que no había empezado aún esta batida que partió del Centro Medioambiental de San Nicolás y los participantes ya habían localizado colillas, envases de plástico y toallitas usadas.   

Esta actividad de recogida de basuraleza, explicó David Carpintero, responsable grupo Scout Gredos de Ávila, forma parte de una campaña nacional que desarrollan SEOBirdlife y Ecoembes que más allá de limpiar de residuos los entornos naturales busca realizar un estudio científico sobre qué tipo de basura se deposita o llega a los ríos. «Nosotros queremos recoger esos microplásticos que llegan a los ríos y a través de éstos, a los mares», apuntó el responsable de Scouts Gredos antes de señalar que la campaña busca extraer «conclusiones científicas» sobre esta problemática para adoptar soluciones de cara a conservar el medio ambiente. 

Es el segundo año que Scouts Gredos es 'partner' en Ávila de esta campaña nacional. En la pasada edición se recogieron 18 kilos de basuraleza que no fueron tan importantes por la cantidad sino por la información sobre el tipo de residuos que los abulenses dejamos en el entorno de nuestros ríos. Entonces lo que más se recogió fueron pequeños envases, de caramelos y bolsas de snacks, y también colillas, lo que demuestra que los fumadores aún no son conscientes de la repercusión que para el medio ambiente tiene terminar de fumar un cigarrillo y tirarlo al suelo. 

«Este tipo de iniciativas son bienvenidas», reconocía Cristina García, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ávila, que apuntaba que campañas como ésta ayudan a que los más pequeños, en manos de quienes está el Planeta, tengan «más conciencia» medioambiental.