La lluvia no puede con el Domingo Gordo

E.Carretero
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Pese al agua, los Cucurrumachos volvieron a salir en Navalosa para acompañar a los quintos en esta fiesta de Interés Regional

La lluvia no puede con el Domingo Gordo - Foto: RAÚL SANCHIDRIÁN

Pese a la amenaza de lluvia, que parece que este año no se ha querido perder el carnaval, en Navalosa los cucurrumachos volvieron a salir a la calle en la tarde de este domingo, cumpliendo con una tradición ancestral que desde febrero de 2022 está declarada de Interés Turístico Regional, declaración que incluye también el propio Carnaval de Navalosa, que arranca el viernes, y su Domingo Gordo. 

Aunque lo más conocido es la fiesta del domingo, el carnaval tiene en Navalosa actos previos como son  la búsqueda de los quintos en una casa de reunión. Y es que los quintos tienen en el Carnaval de Navalosa un papel muy importante, no en vano el sábado anterior al Domingo Gordo se juntan los que en el presente ejercicio alcanzan la mayoría de edad, que en esta ocasión eran nueve, tanto chicos como chicas, con los que cumplieron 18 el año pasado. Todos juntos, como manda la tradición, fueron a por el chopo, el árbol que se coloca en la plaza del pueblo gracias a la ayuda que llega por la tarde de los vecinos para que todos juntos lo pongan en pie.

Tras cumplir con esta tradición llegó el Domingo Gordo, jornada que arrancó con los quintos pidiendo por las calles del pueblo, aportando cada vecino la voluntad que bien puede ser dinero pero también huevos, jabón o pastas, entre otras cosas. Eso ocurrió por la mañana y ya por la tarde, alrededor de las 17,00 horas, llegaba la parte más espectacular, la más conocida de este carnaval. Con el árbol en el centro se colocó el vaquilla, un personaje elegido entre los quintos, y a partir de ahí se formaron varios círculos. El primero de ellos lo formaban los quintos y el segundo, como manda la tradición, las madres y padres de los jóvenes que este año llegan a la mayoría de edad. En el tercero, serranas y vecinos a modo simbólico de protección. Ya en el exterior, los cucurrumachos, unos 150 este año, según el alcalde, Iván Zazo, y encargados de espantar a los malos espíritus, algo que se hacía tradicionalmente cuando los jóvenes se iban al servicio militar. 

Así, mientras los quintos giraban en un sentido el resto lo hacían en el contrario protegidos por los cucurrumachos. Estos seres ancestrales son característicos por ir ataviados con la manta pinguera que se elabora en los telares de Navalosa de los que actualmente hay tres en activo. Además de por su vestimenta con trapos desechados, los Cucurrumachos llevan máscara, generalmente de madera de fresno, así como cencerros y restos de animales como cuernos. 

«Desde que se declaró de Interés Regional se ha notado muchísimo, viene mucha gente», reconocía el alcalde al hablar de la asistencia de público este año al Domingo Gordo y eso a pesar de la amenza de lluvia. 

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