Aunque el barrio está engalanado y la devoción que allí se profesa a Nuestra Señora de las Vacas permanece inalterable, lo cierto es que la jornada alegre, bulliciosa y fervorosa que tenía que haber sido este domingo se vivió de una manera mucho más recogida e íntima, pero con idéntica devoción. Este domingo era el día grande de las fiestas de la Virgen de las Vacas, así es que no faltó la misa en su honor, que fue retransmitida a través de las redes sociales del Patronato y de los Mozos de Las Vacas y seguida por los devotos desde casa, en cuyas oraciones estuvieron bien presentes tanto los enfermos como las personas que han muerto a causa de la pandemia, que ha impedido que por primera vez en siglos este domingo Nuestra Señora de las Vacas saliera en procesión por las calles de Ávila. Ni siquiera durante la Guerra Civil , la venerada imagen dejó de recorrer la ciudad en su día grande, una tradición como también lo es que, a lo largo de la procesión, los mozos del barrio ‘bailen’ a la Virgen de Las Vacas al son del pasodoble ‘El gato montés’ frente a la Muralla, una estampa única y singular que este año tampoco ha podido repetirse.  Sí hubo, sin embargo, mensajes difundidos por las redes  del alcalde de Ávila, del presidente del patronato y de la Peña Mozos de Las Vacas.