Una decena de terrazas abren la desescalada de la hostelería

J.M.M.
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Más del 90% de los bares y restaurante de la ciudad amurallada esperarán a más adelante para reabrir

Una decena de terrazas abren la desescalada de la hostelería

Día de reencuentros, día de emociones, día de terrazas, no muchas, porque de momento la hostelería abulense ha decidido, en su mayoría, esperar a que sigan avanzando las fases de la desescalada para abrir sus puertas.

La llegada a Ávila de la fase 1 trajo consigo la posibilidad de celebrar reuniones y encuentros de familiares y amigos de hasta un máximo de 10 personas. Ello permitió que un buen número de familias, que durante los dos últimos meses, desde que se decretó el estado de alarma el sábado 14 de marzo, no habían podido volver a verse (salvo breves visitas para entregar compras, dado que su círculo de movilidad restringido a un kilómetro impedía si quiere un breve encuentro visual) tuvieron oportunidad de compartir de nuevo momento juntos, y de que, sobre todo, los abuelos pudiesen volver a ver a sus nietos, eso sí, manteniendo las distintas seguridad y en la mayoría de los casos conservando las mascarillas puestas. También fue un día que muchos vecinos de la capital aprovecharon para viajar a sus pueblos dentro de la provincia de Ávila para acudir a sus segundas residencias, a sus huertos y visitar a sus familiares.

Más allá de esos encuentros entre familiares y amigos, que se pudieron percibir en mayor medida en las franjas horarias de los paseos de los más pequeños y por la tarde, este lunes fue un día especial para algunos hosteleros que decidieron retomar su actividad, de momento abriendo únicamente sus terrazas y al 50 por ciento de su aforo. Como ya habían advertido desde el sector, en torno al 90 por ciento de los establecimientos de momento permanecerán cerrados, a la espera de ver cómo evoluciona la situación, de cómo es la respuesta de los clientes y de si se van avanzando fases. Unos porque no tienen terraza y, de momento, aún no se puede acceder al interior de los locales. Otros porque consideran que con la terraza que tienen y las restricciones de aforo fijadas, estiman que no les resulta aún rentable retornar a la actividad. Algunos también estiman que al depender únicamente de la terrazas, y dado lo cambiante que es el tiempo en Ávila en estas fechas, es mejor esperar a que la climatología se estabilice. Pero también los hubo que se lanzaron a la aventura, porque ya no pueden aguantar más en sus hogares, y regresaron al trabajo. Eso sí, con estrictas medidas de control de los aforos y para garantizar la higiene en esos espacios.

En un recorrido por la ciudad bien avanzada la mañana, a la hora tradicional de las cañas, se podían contabilizar una decena de establecimientos abiertos por toda la ciudad. En algunos la afluencia de pública más bien era escasa, pero en otros realmente la reapertura fue bastante buena. Y también en algunas terrazas, aunque no estaban abiertas al público, sí que se empezaba a observar algún movimiento de cara a desempolvar el mobiliario para abrir en los próximos días. Uno de de estos casos es el de Emilio Rufes, de La Bodeguita, que si bien no abrió este lunes, este martes ya se pone manos a la obra rescatando a la totalidad de la plantilla del ERTE. «Nos tenemos que poner en marcha, y aunque sea poco a poco, y teniendo en cuenta que la sanidad es lo primero y hay que garantizar al máximo la seguridad, la gente tiene que ir saliendo», apunta Rufes, que confía en que el tiempo «nos acompañe, está haciendo buenísimo, y poco a poco tenemos que ir recuperando la actvidad, hay que ser optimistas». De hecho asegura que las previsiones para este arranque son bastante buenas, «y sin apenas haber hecho nada, ya tenemos reservas para estos primeros días de gente que quiere comer con amigos. Eso es porque hay ganas».

De igual modo, considera que también puede ser un buen momento para «recuperar al cliente de Ávila. Quizá estos años nos hemos centrado en el turismo, y ha hecho que nos hayamos olvidado un poco de ellos, y es necesario que también nos centremos en ese cliente de Ávila, que también quiere celebrar comidas e ir de tapas». A su vez, insiste en que «tenemos que ponernos en marcha los hoteleros. Tenemos un campo muy abundante para crecer y una ciudad maravillosa. Y si nos acompaña el tiempo podemos hacer virguerías». Y también apunta que será fundamental el apoyo del Ayuntamiento, y más allá de apoyos y exenciones fiscales, cree que «debe ir pensando en dar marcha a la ciudad» y retomar actividades al aire libre (como conciertos).

Otro de los establecimientos que abrió este lunes, con bastante afluencia de público, fue el Bar-Restaurante El Emperador. Pablo Montero Montero aseguró que «en la zona sur hemos sido de los pocos que hemos abierto y la verdad es que hemos estado sin parar toda la mañana». Dadas las dimensiones de la terraza, precisó que «ha habido gente que ha tenido que guardar turno, y todo el tiempo hemos tenido actividad, con gente para tomarse la cervecita y hemos servido comidas». Más allá de eso, precisó, todo ha discurrido con normalidad, con los clientes adaptándose a las nuevas circunstancias y con muy buen ambiente, porque para muchos había ganas de reencontrarse con esos momentos. En este primer día, en el que el tiempo ha respetado con una jornada soleada y una temperatura muy agradable, su horario ha arrancado a las ocho mañana y se iba a prolongar hasta las once de la noche.

Y también tuvo una buena experiencia en este primer dia de apertura Benjamín Rodríguez, de El Rincón del Jabugo, que calificó el regreso de «fenomenal». «Hemos doblado mesas y para la tarde también lo tenemos completo», apuntó, en un día donde también destacó que «todo ha discurrido sin problemas. La gente ha sido muy amable, muy respetuosa con todas las normas y no ha habido aglomeraciones, que era una de nuestras preocupaciones. Pero lo teníamos bien organizado, con citas, y los clientes apenas han tenido que esperar».