El Colegios Diocesanos es uno de los clubes de mayor notoriedad en el ámbito deportivo abulense, con una estructura futbolística emergente, se ha erigido como una de las opciones más viables para los jóvenes de la provincia que buscan competir en un mundo tan exigente como es el del deporte. Como se anunciaba hace unas semanas, el club ha comenzado su proyecto para que los jóvenes con capacidades especiales de los diferentes centros de Ávila, puedan algún día, tener esa alternativa que ofrece el Dioce al alcance de su mano.

Tras el convenio presentado el pasado 22 de septiembre, el club ha iniciado una campaña de visibilidad para estos centros educativos, y que continuará con el apadrinamiento de cada uno de estos centros de formación, que se llevará a cabo por parte de diversos equipos de la estructura deportiva que conforma el Diocesanos. Estas dos medidas son simplemente el inicio de una idea con un final mucho mayor, y que hasta ahora es novedoso dentro de las competiciones deportivas en nuestro país, que no es otro que conformar un equipo integrado por jóvenes con capacidades especiales, que algún día pueda participar en una competición ordinaria, con chicos de su misma edad.

Los centros que colaboran con el Diocesanos son La Casa Grande de Martiherrero, Cáritas, Fundabem, Pronisa y Aspace, que apadrinan al equipo de Tercera División, a los juveniles nacional y regional, y los equipos regionales de cadete e infantil respectivamente.

El sueño inclusivo que busca el mejor de los finalesRaúl García es el impulsor de esta iniciativa que se realiza totalmente sin ánimo de lucro, que se inicia como una idea en el periodo de confinamiento. «Yo en mi casa pensaba la dificultad incrementada que suponía para los grupos más vulnerable, el llevar de la mejor manera posible esta etapa de pandemia, y eso me hizo empezar a dar vueltas a algunas ideas de lo que podemos hacer como club», afirma.

Como responsable del área social del Colegios Diocesanos es el causante directo de que toda esta iniciativa se lleve a cabo, una serie de acciones que tienen como finalidad dos objetivos básicos. «Lo primero, queremos dar visibilidad a estas asociaciones y a la labor tan importante que desempeñan, y en segundo lugar, buscar que se normalice la situación de personas dependientes hasta el mayor grado posible, luego existen otras razones como la participación en redes o la implicación de los jóvenes del club en tareas de voluntariado, que están en un segundo plano aunque también resultan importantes para nosotros», comenta Raúl.

Como en la mayoría de aspectos vitales, el covid-19 también está influyendo en estas relaciones, acotando las actividades que se realizan a las que esta situación les permite, que se limitan a la realización de cursos de formación, y las visitas regulares de los jugadores del club a los centros que estos han apadrinado, siempre dentro de lo que permiten las medidas de precaución.

El sueño inclusivo que busca el mejor de los finalesEl club ha querido agradecer también a los grupos de padres que se vuelcan en las labores de voluntariado con todos estos clubes, e informa de que muy pronto van a tener disponibles unas camisetas con un fin benéfico, que se van a poner a la venta por un precio de 8 euros, donde los beneficios irán destinados de forma íntegra a colaborar por una vía adicional como es la económica con estas asociaciones. 

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