La Junta de Castilla y León decidió prorrogar el confinamiento perimetral de Castilla y León que vencía este lunes durante 14 días, hasta las 23,59 horas del 23 de noviembre, para intentar contener la propagación del virus de la COVID-19 ante la mala evolución de la pandemia en esta segunda ola. Una situación que  ha afectado de lleno, entre otros, a los desplazamientos turísticos y de visitas familiares entre Ávila y Madrid, muy habituales por la estrecha relación de las dos comunidades por la segundas residencias y la movilidad laboral y estudiantil. No obstante el transporte colectivo de viajeros, aunque se habrá resentido en volumen, está optando de momento por mantener los servicios en días laborables tanto de tren como de autobús que existían antes del primer confinamiento perimetral, materializado el 30 de octubre. Según confirmaron fuentes de Renfe y la empresa concesionaria del servicio de viajeros entre Ávila y Madrid, las conexiones entre la capital abulense y la capital de España continúan entre semana con los mismos servicios disponibles en octubre, a la espera de ver cómo evolucionan la pandemia, las restricciones de movilidad impuestas desde la administración autonómica y  la demanda de viajeros.

Con todo, hay que señalar que ni el ferrocarril ni el autobús habían podido recuperar aún todas las frecuencias disponibles antes de la irrupción de la pandemia y la declaración del primer estado de alarma, a mediados de marzo. El autobús se encuentra al 72% de la oferta diaria previa a la COVID-19, mientras que el tren ronda el 80% en el sentido Ávila-Madrid y el 72% en el Madrid-Ávila.