«La vida es un regalo que cada uno debe intentar vivir»

D.C
-

Santos Jiménez participó en el Aula de Poesía José Hierro para presentar su último poemario, un conjunto de versos nacidos en la pandemia a los que ha titulado 'En los brazos del aire'

El poeta abulense Santos Jiménez protagonizó este miércoles la segunda cita del Aula de Poesía José Hierro, que organiza el Ayuntamiento de Ávila, con la presentación del último poemario que ha publicado hasta la fecha, una recopilación de poemas escritos durante el tiempo más duro del confinamiento a los que ha reunido bajo el título de En los brazos del aire.

Con ese título, explicó, «he querido decir que esos versos significan para mí una comunicación con los demás. Estos poemas, que se publicaron casi todos en facebook al tiempo que se estaban escribiendo, eran una comunicación muy directa con la gente que me sigue o que yo sigo, era una forma muy directa de compartir los sentimientos que tenía mucha gente en esos momentos». 

En ese sentido de comunicación inmediata, añadió, «funcionó muy bien, y por eso recopilé los poemas y me animé a publicarlos». Aunque con sus propias características, comentó Santos Jiménez, «este poemario no deja de ser un poco la continuación de lo que yo hago siempre, porque en él hay mucha naturaleza, en parte porque mi mujer y yo estuvimos esos meses viviendo solos en una casa de campo, no solamente en un pueblo pequeño como es Cuevas sino que nos fuimos al campo, y desde allí, al tanto de todo lo que ocurría, los iba escribiendo y se iban publicando casi al tiempo que se escribían».

Los brazos del aire a los que se refiere el libro, siguió explicando el poeta, «hacen referencia, exactamente, a que estamos a merced del destino, a merced de la vida, quise que fuese la metáfora de la pandemia para decir que estamos a la intemperie». Y aunque por eso motivo pudiese parecer pesimista, «el libro no lo es; yo siempre tengo un poco de melancolía o de tristeza, pero creo que éste es un libro más vitalista que otros míos, seguro que más que los anteriores de poesía, y es también un cambio muy importante porque sigo unas estructuras rígidas que nunca había trabajado antes, como por ejemplo los sonetos blancos, que son una parte importante del libro».

«La palabra esperanza no sirve para definir el libro, porque siempre tras de una situación difícil viene otra, pero sí trasluce que siempre tengo la sensación de que la vida es un regalo que cada uno debe intentar vivir dentro de sus posibilidades y de donde le haya tocado estar, porque si no te rendirías en cualquier punto».

Ese empeño por disfrutar del día a día, acabó, «la literatura sigue siendo una cosa muy importante en mi vida; soy un gran lector, y este año más que nunca, tanto que me he leído los siete tomos de En busca del tiempo perdido, y puedo asegurar que la literatura me salva de muchas cosas».