Sandra Sánchez, oro, y Damián Quintero, plata, llevaron ayer el kata español a lo más alto en los Mundiales de kárate que se están disputando en Madrid, ambos ante rivales de Japón, el país donde nació este deporte. La talaverana se impuso en la final femenina por 3-2 a Kiyou Shimizu, ganadora en las dos anteriores ediciones, mientras que el malagueño cayó minutos después en la masculina por 5-0 ante el gran Ryo Kiyuna, que suma su tercer título y llegará a los Juegos como campeón vigente desde 2014. Estas dos medallas se sumaron en el botín español de la jornada a los bronces de Babacar Seck en +84 kilos y del equipo de kumite femenino, más otras tres (oro, plata y bronce) en parakárate. Un balance que confirma a esta selección como potencia mundial.

Sandra Sánchez, ‘número uno’ de la clasificación mundial y ganadora de la Premier League, logró así su primer triunfo individual de categoría universal, que suma a sus cuatro campeonatos de Europa. Un éxito que supera toda la lógica. La castellano-manchega entró en la selección con 31 años, con 33 emigró a Dubai por la falta de perspectivas en España, se proclama campeona con 37 y gana a la anterior poseedora del oro, 13 años menor y miembro del todopoderoso equipo de Japón. Con su victoria, se garantiza virtualmente su presencia en Tokio, donde solo competirán 10 karatecas por categoría, y se erige en favorita a asumir allí el papel de actriz principal, el de campeona.

Con las mismas expectativas sale de los Mundiales de Madrid Damián Quintero, pese a su derrota en la final masculina, que fue una repetición de la de 2016, de nuevo con los dos mejores del mundo cara a cara, por lo que un final olímpica con los mismos protagonistas en 2020, cuando el kárate se estrenará en el programa oficial de los Juegos, no sorprendería a nadie.