El Raso, anejo de Candeleda, ya cuenta con un verraco vetón, seña de identidad de los antiguos pobladores de este territorio, ubicado en el centro de la población. Se trata de una pieza escultórica, obra de José Luis Hernández, que ha sido cedida atendiendo a una petición de colaboración del alcalde, Carlos Montesino, ahora de baja paternal.

En el momento de la instalación del verraco estaban presentes, junto al escultor, la alcaldesa en funciones, Susana Martín, y la concejala responsable de El Raso, María Jesús Tiemblo.

Susana Martín, argumentó que habían considerado la plaza de Juan XXIII, en El Raso, como el lugar idóneo para ubicar esta escultura, una de las señas de identidad de los vetones, por ser lugar de paso hacia el inmediato castro, que estuvo habitado por más de 2.500 personas entre los siglos III-I a.C.

También destacó, como un elemento diferenciador, la presencia de un poblado abierto y su necrópolis, que son anteriores al castro, y el santuario al dios vetón Vaelico, ya en época romana. Esta diversidad de yacimientos hace que El Raso sea un espacio fundamental para el estudio de la cultura vetona.

Por su parte, María Jesús Tiemblo, anunció que próximamente se darán a conocer los primeros resultados de los trabajos de prospección que se vienen realizando en el castro de El Raso por el Instituto Arqueológico de Mérida y la Universidad de Extremadura en colaboración con el Ayuntamiento de Candeleda para conocer la trama urbana que ahora no se ve.