Medalla de plata de la provincia al letrado Félix Burgos

I.Camarero Jiménez
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La Junta de Gobierno aprobó por unanimidad comenzar los trámites para un reconocimiento que será «a título póstumo»

El pasado 26 de septiembre falleció Félix Burgos López, asesor jurídico de la Diputación durante 35 años. Unos días después, la Junta de Gobierno de la institución provincial inició el trámite para concederle la medalla de plata de la provincia a título póstumo y lo hacía además por unanimidad de todos los grupos políticos, sin abstenciones ni ningún voto en contra. Para entonces se decidió nombrar instructor del expediente al diputado delegado del Área de Recursos Humanos, Juan Carlos Sánchez Mesón y secretario del mismo al asesor jurídico del Servicio de asesoramiento, Alberto José Ferrer González.

Se inicia ahora el plazo para presentar las adhesiones, pero lo que tienen claro son los motivos de dicho reconocimiento. Pretenden, tal y como recoge el acta, «hacer honor a un hombre, a un abulense, a un funcionario que ha demostrado en su trayectoria vital y profesional, de manera ejemplar, estar en posesión de los genuinos valores y virtudes que adornan a las grandes personalidades».

Han sido años de servicio a una institución en los que ha dejado patente «con su actuación profesional, el esfuerzo y la dedicación y el compromiso más absoluto, un claro ejemplo de vocación de servicio público», atendiendo (apuntan) «de manera ágil y solícita cuantas cuestiones le fueron confiadas en aras a procurar el mejor  y más eficaz asesoramiento jurídico a los municipios de la provincia», algo de lo que afirman pueden dar cuenta «numerosos alcaldes, concejales y secretarios de los ayuntamientos que lo necesitaron».

En el acto le describen como «un funcionario leal por su capacidad de trabajo  y por la generosidad de su esfuerzo en el desempeño diario de sus funciones». «Diligente en la actualización de conocimientos, como buen profesional del derecho, a fin de prestar un excepcional servicio a la institución y a la provincia». Además destacan la «firmeza en la visión ética de su trabajo», permanentemente honrada  «con su abnegada dedicación», siempre con ilusión y un entusiasmo «envidiable».

Vista su dimensión laboral y el reconocimiento de la misma no obvian calificaciones en el terreno personal pues «en el trato humano resulta igualmente excepcional». «Noble y leal compañero supo ganarse el afecto y el respeto de cuantos tuvieron el privilegio de compartir su cercana compañía y su ejercicio profesional». En definitiva «Félix (sin más)encarna el valor del trabajo excelente, del deber cumplido más allá de lo que el comportamiento estrictamente profesional exige, siempre en defensa del interés general desde la responsabilidada de su función asesora y como letrado de la corporación». Un hombre cuya puerta siempre estaba abierta.