Siguiendo la estela de otras federaciones, la Real FederaciónEspañola de Ciclismo ha elaborado la ‘Guía de buenas prácticas para la organización de competiciones y eventos ciclistas’ con el fin de minimizar el riesgo de contagio del COVID-19 en los eventos que se realicen en un futuro inmediato. Porque siguiendo el principio que ya marcaba la RFEAen su documento, se trata de una propuesta basada en las recomendaciones de la autoridades competentes, la OMS o el Consejo Superior de Deportes para generar un documento «vivo» adaptable a las circunstancias de cada momento.
Un documento que, a corto plazo, podría influir en pruebas deportivas como la Vuelta a Ávila, cuyos organizadores tienen intención de celebrar, u otros eventos de ciclismo en la provincia tales como la Vuelta a Las Navas, La Marcha Cicloturista Infantil de Las Navas, el Gran Premio StreamBike El Barraco o a más largo plazo la Ciclomarcha Nocturna Vázquez Palomo. Eventos que, no obstante, se encuentran en el aire y con visos de suspenderse, dado que aunque la situación sanitaria está mejorando son muchos los organizadores que no quieren arriesgarse. Protocolo a tener muy en cuenta en la posible reubicación en el calendario del Open de España XCOCofidis 2020 de Candeleda, entre otras pruebas, suspendida en su momento y que esperaba poder recolocarse de nuevo en un calendario del que se caía recientemente el Trofeo Velo Club Ávila
Habla el protocolo de la RFECde cuestiones como «separación física –al menos dos metros– de ciclistas, técnicos, árbitros, espectadores y personal de apoyo», un distanciamiento que parece complicado aplicar a los ciclistas durante el evento. Más sencillo podría parecer el distanciamiento social que se pide entre espectadores.
Recomienda la RFECla no participación de deportistas mayores de 65 años, una recomendación «revisable» atendiendo a la evolución y modificación de las medidas establecidas, la vigilancia activa de posibles síntomas, el uso de mascarillas, guantes o gafas siempre que la actividad lo permita, evitar compartir materiales o acciones de desinfección, entre otras muchas medidas que pueden convertir la organización de un evento ciclista en un quebradero de cabeza aunque necesario.