Sólo una intoxicación alimentaria este verano en Ávila

I.Camarero Jiménez
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El brote, que afectó a 5 personas, tuvo la salmonelosis como origen, se produjo en un establecimiento de hostelería y se retiró toda la partida de huevos involucrada

Sólo una intoxicación alimentaria este verano en Ávila

El verano suele ser la época más conflictiva del año en cuanto a intoxicaciones alimentarias se refiere y es por eso que una vez ha llegado a su fin queremos hacer balance de lo ocurrido en Ávila. Un balance que en esta ocasión es «positivo», puesto que en esos meses de más calor, más vacaciones y en general, de más movimiento por ejemplo en la hostelería y también con los campamentos que se ofertan en la provincia, pues  se ha saldado con «un único brote originado por salmonela y con cinco personas afectadas». Un brote sin más consecuencias y que sumado al que se produjo en marzo a consecuencia de un estreptococo, y que causó 17 intoxicaciones, hace que el balance sea de 2 brotes hasta septiembre y una veintena de afectados, según cuantifica el Servicio Territorial de Sanidad.

Estas cifras tan pequeñas son en parte, en gran parte, consecuencia de lo que hemos aprendido con la pandemia y  de lo que el coronavirus ha traído consigo. Una mayor higiene, mejores hábitos al respecto o el uso de mascarilla han servido como barrera para las intoxicaciones alimentarias. Eso de algún modo en el lado positivo; en el negativo, el hecho de que todavía ha habido restricciones en este 2021. Cuenta Luis González Maroto, responsable del Servicio Territorial de Sanidad, que el hecho de que «la hostelería no haya estado a pleno rendimiento, que en muchas épocas los interiores de los establecimientos hayan estado cerrados o que no haya habido campamentos juveniles ha propiciado el descenso». 

Antes de verano hablábamos con el responsable de Sanidad y ya nos adelantaba que la pandemia había reducido a mínimos las intoxicaciones, pero es que, pasado el verano, 'sólo' hay que lamentar un brote.

Recuerda que los mayores problemas al respecto y que se repiten cada año llegan de los campamentos, no tanto por consumo de alimentos en mal estado como por el hecho de beber de fuentes y manantiales de los lugares en los que se celebran estos campamentos. Y es que el agua suele contener bacterias y microrganismos que a las gentes del lugar no les hacen daño porque están acostumbrados a su consumo y, de algún modo, su cuerpo reacciona, se protege y no les causa ningún mal; pero a los chicos de los campamentos, que en muchos casos están acostumbrados a beber agua embotellada, sí les afectan estas bacterias.

Aunque ha habido campamentos, han sido muchos menos que en años anteriores y además con menos participación de chicos. Sea como fuere no ha habido intoxicación alguna en ese ámbito en tierras abulenses.

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