Los Romances de Navaluenga se celebraron en la parroquia

P.R.
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La procesión de los Romances tuvo que trasladarse al interior de la iglesia parroquial debido a la amenaza de lluvia. En el interior del templo se produjo el tradicional 'pique' de los dos grupos con el que concluye este acto

Los Romances de Navaluenga se celebraron en la parroquia

La tradicional Procesión de los Romances de Navaluenga tuvo que cobijarse en el interior de la iglesia parroquial, la Virgen de los Villares, debido a las amenazas de lluvia. Era la segunda vez que esta estación penitencial  se celebraba en el interior de la iglesia  en los últimos años, como recordaba Francisco Hernández Quiroga, que con 95 años es el más veterano de los romanceros.

Además, este año se cumple una fecha importante para esta procesión, el décimo aniversario de la declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional, como recordaba el Hermano Mayor de la Hermandad de los Romanceros de Navaluenga, Saturnino Herráez Gutiérrez.

El acto en el interior de la iglesia comenzó nada más finalizar los oficios. Ante la atenta mirada de las cuatro imágenes que suelen salir en procesión (Cristo ‘Atado a la Columna’, ‘El Caído’, ‘El Cristo’ y ‘La Dolorosa’), fueron comenzando el canto de los romances a cargo de los dos grupos en que se dividen los participantes, que en este caso se situaron a cada lado de las escaleras de acceso al presbiterio. Aquí es donde aflora el sentimiento de este pueblo, que canta a la muerte, al perdón, al dolor, a la justicia, a la soledad del Hijo de Dios cuando se enfrenta a su pasión, una tradición aprendida de sus mayores. Los romances han sido  recopilados de la obra de Lope de Vega. De esta forma los romanceros ensayan, uno a uno, los más de trescientos versos escritos por Lope de Vega y publicados en las ‘Rimas Sacras’ Primera Parte en 1614. Sin embargo, los dos últimos romances de los 14 que se cantan no son del genial dramaturgo, sino de su amigo José de Valdivieso (’La Soledad de Nuestra Señora’ y ‘Al Sepulcro de Cristo’). Estos cantos, interpretados a una voz por cada uno de los grupos, culminan con el llamado ‘Pique’, en el que cada grupo desafía al contrario para ver quien es el que antes se equivoca. 

Protagonistas. Francisco Hernández Quiroga, con 95 años es el más veterano de los romanceros. Recuerda que cuando era pequeño le regañaba su madre por quedarse por la noche estudiando libros de los romances. Ahora, a sus 95 años, reconoce que solo repasa unos días antes para después participar en la procesión. «Porque son muchos versos los que tiene, pero luego para cantarlos no me hace falta libro, me lo se de memoria». Es importante la incorporación de jóvenes a esta tradición de cantar los romances, «pero sin sabérselos», se lamenta el veterano romancero. «Si tenemos que estudiarlos más todavía», reconocía Jesús Pérez Fernández, uno de los jóvenes participantes, dándo la razón al más veterano de los romanceros. «Es un orgullo y satisfacción poder cantar estos romances todos los años en un pueblo como Navaluenga». Recuerda que comenzó a interpretar los romances con 10 años por lo tanto son ya más de 15 años los que lleva participando en esta procesión y reconoce que es importante que se vayan incorporando gente joven para que la tradición se vaya manteniendo.