En lo que va de año once personas han resultado heridas en la provincia de Ávila como resultado de accidentes con armas de fuego empleadas para la caza, en los que además hubo que lamentar un fallecido. Así lo recoge la respuesta del Gobierno a una pregunta del senador de Compromís, Carles Mulet,en la que se interesaba por conocer cuántas personas habían recibido disparos accidentales de menores por la actividad de caza con arma durante la última década, por provincias, y cuántos de estos habían sido mortales.

La respuesta parlamentaria, que solo ofrece datos relativos a este 2020 y no de los últimos diez años, revela que en el caso de la provincia de Ávila en ninguno de estos accidentes se vieron implicados menores, ni como portadores de las armas origen del disparo accidental ni como víctimas. Tampoco mujeres.

En la comparativa regional, Ávila es la segunda provincia de Castilla y León donde más accidentes con armas de caza se han producido en lo que va de año junto con Salamanca, donde en el mismo periodo también han sido once los siniestros de este tipo, si bien en ninguno de ellos hubo que lamentar fallecidos. Eso sí, en lo que se refiere a víctimas mortales, la palma en la región se la lleva la provincia de Segovia donde este año ya han fallecido dos personas por armas de caza y otras cuatro han resultado heridas.

La respuesta del Gobierno también  revela que en la provincia de Ávila el pasado año había registradas 17.630 armas, de las que 3.204 correspondían  a licencias de tipo D, que corresponden a armas largas rayadas para caza mayor, y las 14.426 restantes, a licencias de tipo E, que engloban armas de tiro deportivo y escopetas de caza y su licencia tiene una vigencia de cinco años. En cualquier caso, y según los datos facilitados por el Gobierno a Compromís, la cifra de licencias de armas de caza se ha reducido de forma importante en la provincia de Ávila en los últimos años. De hecho, mientras que en 2017 Ávila contaba con 19.585 licencias en total, tanto de tipo D como E, el pasado año la cifra se había reducido hasta las 17.630 en total, lo que supone un descenso de prácticamente el 10 por ciento.

mayor siniestralidad. En cualquier caso, no es Castilla y León la Comunidad con más accidentes de este tipo sino Castilla-La Mancha. De hecho, Toledo, con 67 víctimas por accidentes de caza entre el 1 de enero y el pasado 6 de septiembre es la provincia española con más siniestralidad en este sentido. Unos datos que son más dramáticos aún si tenemos en cuenta que durante dicho periodo media docena de personas han fallecido en esta provincia fruto de accidentes fortuitos con armas de caza durante el desarrollo de la actividad cinegética.

También a Castilla-La Mancha pertenece la segunda provincia con mayor siniestralidad en este sentido, concretamente Ciudad Real, donde en los nueve meses en cuestión se han registrado 50 accidentes con heridos por armas de caza y han fallecido tres personas a causa de los mismos.