El ciclo de conferencias organizado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Ávila y el Ayuntamiento ofreció este miércoles la segunda y última de sus charlas programadas, un acercamiento a la milenaria ruta jacobea (y también a otros caminos de peregrinación) que corrió a cargo de José Antonio de la Riera, escritor, investigador y conocedor como pocos de esas rutas a las que ya ayudado mucho a revivir.

De la Riera, autor de varios trabajos en los que aborda desde diferentes perspectivas la ruta jacobea, presentó Caminos de vuelta, libro cuyo título, tal y como explicó «no significa que uno esté de vuelta de nada, si no que tras realizar muchos caminos uno le hace al revés y ve que muchas cosas cambian, y aquí lo que hago es una especie de resumen de todo lo que he vivido en esas rutas a las que de alguna manera he ayudado a ser más conocidas y reconocidas».

Su conferencia en Ávila se centró en hablar de «los ritos, mitos, leyendas, consejas y tradiciones que han nacido en el Camino, muchos de ellos creados por los propios peregrinos, que se ofrecen en conjunto como una especie de búsqueda en la que se manifiesta lo mejor de cada uno, teniendo siempre en cuenta que hacer esa ruta significa una especie de catarsis, independientemente de cómo seamos cada uno de nosotros».

Todo ese patrimonio inmaterial que recoge De la Riera en el libro, añadió, «lo forma un conjunto de rituales que han pervivido a lo largo de los siglos, y que demuestra que el ser humano ha sido siempre el mismo a lo largo de la historia en las cuestiones básicas, hay arcanos comunes a toda la humanidad en los que, sin apenas cambios entre hace muchos siglos y el presente, se habla de sentimientos como la alegría, el miedo, la esperanza...».

En todo ello, añadió, tiene un peso muy importante «el distanciamiento que significa hacer el Camino, ya que implica dejarlo todo para estar con uno mismo y la aceptación absoluta de unos mitos que apenas han cambiado, por ejemplo el de poner la mano en la columna central del Pórtico de la Gloria».

La recuperación o potenciación de esos caminos religiosos, entre los que se cuenta la creación de uno específicamente mariano, no solamente significa ayudar al encuentro de la persona consigo misma, «una riqueza espiritual secular que no tenemos que perder, porque nos aporta mucho», sino que también puede servir para «ayudar a dar nueva vida a las tierras casi abandonadas que atraviesan, esos desiertos verdes que necesitan recuperar la presencia humana que han perdido».

Aprovechó José Antonio de la Riera la presentación de su libro y su aportación al conocimiento de las rutas jacobeas para invitar a los asistentes a la charla a que «recorran cualquiera de los caminos de Santiago que se reparten por España, porque tienen mucho que ofrecer, entre los cuales se cuenta el que pasa por Ávila, el de Levante, una verdadera joya que hay que conocer y saber disfrutar y apreciar».