Coronavirus| CyL no cierra colegios pero suprime actividades

David Alonso
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El Gobierno regional activa un paquete de medidas para contener el virus e insiste en la importancia de la «responsabilidad personal» y el autoaislamiento

El presidente de la Junta,AlfonsoFernández Mañueco (c), preside el Consejo de Gobierno extraordinario - Foto: Ical

La Junta de Castilla y León suspende con carácter inmediato dentro del ámbito educativo la celebración de excursiones, salidas, festivales, galas, obras de teatro y eventos de todo tipo, tanto escolares como universitarios, que conlleven la reunión de personas en espacios cerrados o abiertos. De esta forma, los centros educativos autonómicos se salvan por el momento el cierre –a excepción de Miranda de Ebro, Condado de Treviño y Pancorbo (Burgos)–, aunque verán restringidas muchas de las actividades que se celebran fuera del horario lectivo. Una serie de medidas aprobadas que se enmarcan dentro del plan de actuación iniciado por el Gobierno regional para combatir la propagación del coronavirus en la Comunidad, que ayer contabilizaba ya 71 casos. Según recoge el documento aprobado por el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado ayer –que se extendió durante seis horas y media–, la Junta prohibe las visitas de menores de edad a los centros sanitarios, restringe el acceso de acompañantes y visitantes a hospitales y anuncia la celebración a puerta cerrada de los grandes eventos deportivos profesionales y no profesionales en la Comunidad.

«Vamos a tomar todas las medidas necesarias para contener la situación». Así de contundente se mostró ayer el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno extraordinario, donde «apeló a la responsabilidad personal e individual como medida más eficaz para evitar contagios».

Allí, acompañado de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, insistió en la importancia de mantener las medidas higiénicas recomendadas como es la limpieza de manos y de superficies, al tiempo que reseñó la importancia de que los ciudadanos con síntomas se «queden en casa» para evitar «contactos con otras personas», así como evitar viajes «innecesarios» a zonas de especial riesgo como Madrid o País Vasco.

Sin embargo, reconoció que durante los próximos días «el crecimiento de casos positivos va a ser el que toque, porque esos casos ya están contagiados, y estas medidas en tres días no van a hacer efecto». El número dos del Ejecutivo insistió en que la situación está «contenida» en la Comunidad, a excepción de Miranda de Ebro, que se encuentra en nivel de contención reforzada, y expuso que se trata de una «emergencia nacional» que «no entiende de colores, gobiernos ni partidos».

Reconocimiento sanitario.

Durante su intervención, en la que explicó una serie de recomendaciones, quiso poner en valor el trabajo de los profesionales sanitarios de la Comunidad que, como aventuró, «se van a enfrentar a jornadas de trabajo muy duro y en condiciones muy penosas». Igea igualmente avanzó que durante el Consejo de Gobierno ordinario que se celebrará hoy se adoptarán más medidas, algunas de ellas de carácter económico, para hacer frente a la situación epidemiológica.

Cuestionado sobre posibles problemas de camas en los centros hospitalarios, el vicepresidente y portavoz confirmó que «la situación es buena», algo que achacó a la dispersión de población «que en otras ocasiones es algo malo». «Tenemos muchas camas en la UVI, y por el momento nuestra situación es buena», concluyó.

La Semana Santa, en riesgo real de cancelación

La celebración de la Semana Santa en Castilla y León se encuentra más en el aire que nunca a causa de la crisis sanitaria derivada del coronavirus. El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, reconoció ayer que es «bastante probable» que el Ejecutivo regional suspenda los actos religiosos programados del 6 al 12 de abril en la Comunidad para evitar la propagación del virus durante las concentraciones litúrgicas. «Es muy probable que lo que en este momento es una recomendación se convierta en una obligación», detalló Igea. El número dos de la Junta enmarco la decisión en que estos actos litúrgicos contravienen la recomendación de evitar las aglomeraciones públicas con más de un millar de personas en las que no se pueda mantener «la distancia de seguridad» de un metro entre personas.

Una decisión que impactaría directamente sobre una de las épocas más turísticas de Castilla y León, con varios referentes a nivel nacional, donde cada año se reúnen miles de personas procedentes de países extranjeros y otras autonomías españolas.