El doctor en Geografía Fernando Manero confesó ayer su «emoción» tras conocer la concesión por unanimidad del Premio Castilla y León de Ciencias Sociales por el medio siglo de trayectoria profesional que ha dedicado a estudiar la realidad geográfica de la autonomía. «Siento una gran satisfacción y lo considero un reconocimiento también a quienes tanto me han enseñado para llegar hasta aquí, y a quienes me han acompañado en esta tarea», apuntó tras recalcar su «agradecimiento» a quienes han presentado su candidatura y al jurado.
Manero aseguró, en declaraciones a Ical, que «no es nada fácil» ser profeta en la propia tierra y sentirse querido, y afirmó que ahora, al echar la vista atrás tras muchas «sorpresas, decepciones pero también satisfacciones», «todo queda difuminado de alguna forma y compensado» por este reconocimiento. «Llega desde mi propia tierra, una región por la que he luchado y en la que creo, porque confío en sus posibilidades. Castilla y León no solamente tiene una historia importante y un patrimonio digno de admiración, sino que también es una tierra con recursos, no está vacía, no está vaciada, es un espacio lleno de oportunidades que hay que aprovechar y por las cuales yo voy a luchar hasta el final», sentenció.
Además, valoró especialmente la concesión por unanimidad de un galardón que le han concedido «colegas de otras áreas del conocimiento, juristas, historiadores o antropólogos» como los integrantes del jurado, formado por Pedro Carasa, catedrático de Historia Contemporánea de la UVA; Nuria Belloso, catedrática de Filosofía del Derecho de la UBU; Félix Martínez, catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UVA; Henar Pascual, profesora de Geografía y vicedecana de Ordenación Académica de la UVA, Rafael Cruces, doctor en Antropología Social y Cultural, profesor en Osletela, School of Tourism and Hospitality y miembro del Grupo de Investigación ‘Culturdes’ de la Universidad Miguel Hernández, de Elche. «Es una satisfacción sincera y me ha emocionado, porque no esperaba el premio», recalcó.
En ese sentido, el premio adquiere especial relevancia al contemplar la nómina de ganadores en convocatorias anteriores, que configura «un palmarés lleno de personas admirables», en el cual figuran «muchos amigos que ya no están» con los que ha compartido «momentos y experiencias muy gratas», y otros a los que no llegó a conocer pero que «forman parte de lo mejor de la intelectualidad castellano y leonesa, española y también universal». «Son premios relevantes, otorgados a personalidades muy destacadas y me siento muy satisfecho de formar parte de ese inventario», remachó.