Piden 8 años de cárcel por un supuesto abuso sexual

M.E
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El acusado reconoce que la tocó pero que paró cuando ella le dijo que se encontraba mal, y la víctima, que casi no recuerda nada, dice que se despertó sobresaltada, con el tanga bajado y dolor en sus partes íntimas y que lo asoció a él

Piden 8 años de cárcel por un supuesto abuso sexual

La Audiencia Provincial de Ávila juzga a un joven, identificado como D. G., como autor de un presunto abuso sexual a una joven en el transcurso de una fiesta nocturna durante la estancia de un grupo de amigos en una casa rural de El Oso, en el verano del año 2019. El Ministerio Fiscal califica los hechos como constitutivos de un delito de los artículos 181.1, 2 y 4 del Código Penal (abuso sexual no consentido sobre personas privadas de sentido  y en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal) y pide por ello siete años de prisión, inhabilitación del derecho de sufragio activo durante la condena y libertad vigilada por 7 años, así como una responsabilidad civil de indemnización a la víctima de 12.000 euros por lesiones psicológicas. La acusación particular, por su parte, eleva la petición de pena a 8 años de prisión y la indemnización, a 25.000 euros, mientras que la defensa se muestra disconforme con las acusaciones y aboga por la libre absolución de su defendido.

En la jornada, la primera de las dos que se prevén en la vista, prestaron declaración tanto el acusado como la víctima, así como los siete amigos que estaban con ellos en la casa rural donde se habrían producido los hechos. El acusado se declaró inocente y, aunque reconoció que él y la víctima se besaron, que hubo tocamientos por su parte y que él quería «algo más», asegura que paró cuando ella le dijo que se encontraba mal. La joven, que declaró separada por un biombo para no tener contacto visual con el acusado, explicó que se despertó sin recordar lo sucedido, con el tanga bajado, con el sujetador desabrochado, con dolor en sus partes íntimas y alterada, asociándolo a D.G., y que fue después cuando le vino a la memoria la imagen del acusado encima de ella y chupándole la cara. 

Los amigos, por su parte, declararon que no asistieron a los hechos, aunque algunos de ellos le vieron tumbado en la cama con ella en un momento de la noche. Dos la subieron a acostar porque «se estaba quedando dormida» y estaba «medio inconsciente» y otros dos apuntaron que al día siguiente mantuvieron una conversación con él y con la víctima sobre lo sucedido en la que él, a la pregunta de si la había violado o si se arrepentía (según cada versión), les habría asegurado que «sí pero no, porque ella no había opuesto resistencia». Además, al comentarle que la víctima había ido a Arévalo a comprar la pastilla del día después, afirman que él les dijo que no hubiera hecho falta porque «han sido solo tres o cuatro minutos». También coincidieron en que él pidió perdón antes de irse, pero «sin especificar por qué», de manera que tampoco «reconoció que hubiera habido penetración», aunque «tampoco lo desmintió». Entre los amigos se comentó que «él lo había admitido», aunque sin especificar más. 

Su mejor amigo explicó que al día siguiente él le comentó que «le había tocado sus partes íntimas pero que ni le introdujo los dedos ni nada y que no fue a más porque ella se encontraba mal».