Historia de un final anunciado

A.S.G.
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La contratación de los monitores de la Escuela y los impagos que acumulaban, en la base del rechazo de la Fundación Óbila al convenio presentado por el Patronato

Fútbol base - Foto: Javier Ventosa

Finalmente el Patronato Municipal de Deportes, junto a una asociación de la que no se ha querido dar más detalles a la espera de nuevos contactos, será quien tenga en sus manos la gestión ‘total’ de la Escuela del Real Ávila, una cantera que llegaba a manos municipales el pasado mes de enero cuando el equipo encarnado renunciaba a sus categorías inferiores ante la imposibilidad de seguir gestionándolas. Un momento desde el que la Escuela Deportiva de Fútbol quedó en manos del Patronato Municipal de Deportes, que se puso en marcha en busca de fórmulas para decidir quién sería el encargado de la dirección deportiva –finalmente el encargado será Borja Jiménez– y administrativa de la cantera encarnada ante la imposibilidad de llevar a cabo determinados aspectos de la misma desde la propia sede municipal.

Fue en ese momento cuando el nombre y la figura de la Fundación de Óbila tomó fuerza.Tanta que el nombre de la fundación estuvo desde el primer momento sobre la mesa para ser el paraguas jurídico desde el que afrontar cuestiones como la gestión de los desplazamientos, cobro de mensualidades, pago de arbitrajes o pago y contratación de monitores, una cuestión esta última que ha terminado siendo definitiva en un desacuerdo entre las dos partes. Como bien ya informó Diario de Ávila el pasado 30 de enero las dudas dentro de la propia Fundación Óbila tanto sobre el presupuesto necesario para desarrollar la Escuela del Real Ávila como para dar de alta a los monitores de la misma, alguno de los cuales arrastran deudas desde hace años con el club encarnado por impagos, ha pesado en un convenio en el que no se resolvían las mismas.

Una falta de acuerdo que tenía su último capítulo a inicios de semana cuando la Fundación Óbila rechazaba el acuerdo de convenio presentado desde el Ayuntamiento de Ávila a la espera de resolver ciertos matices que desde la fundación se entendían innegociables. Y es que la subrogación de contratos hacía temer la adquisición de responsabilidades sobre las deudas anteriores que arrastraban los monitores.

Un desencuentro que algunas partes consideraban insuperable y que finalmente ha llevado al Ayuntamiento de Ávila a tomar una decisión definitiva. Será el Patronato Municipal quien la desarrolle y una asociación quien lleve a cabo el alta y la contratación de los monitores. Todo ello después de un proceso en el que no han faltado ‘novias’ a la Escuela de Fútbol y que se han descartado dejando entrever que a final de temporada, y si todo sale bien, volverá a las manos del Real Ávila. «Debe estar donde ha estado» señalaba este viernes Miguel Ángel Abad, que dejaba sobre la mesa que debatir sobre el futuro de la misma «es un tema que no toca».