Los rescates del GREIM y el EREIM cayeron casi a la mitad

I. Camarero
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Los fallecidos pasaron de 5 a 6 durante el año pasado respecto a 2019, pero se reducen los heridos, de 47 a 20, y las personas ilesas de 68 a 17. Las intervenciones fueron 32 frente a 60 de 2019

Los rescates del GREIM y el EREIM cayeron casi a la mitad

El año 2020 ha sido atípico. Marcado por la covid y un largo confinamiento, éste se hace notar en algunas estadísticas, tales como las actuaciones que han tenido que hacer las dos Unidades de Rescate e Intervención en Montaña (UREIM´s), los dos grupos especializados que tienen su sede en nuestra provincia. Hablamos del GREIM, con sede en El Barco de Ávila y del EREIM, en Arenas de San Pedro. Así las cosas, el año pasado fueron un total de 32 los rescates que han tenido que hacer los profesionales de ambos grupos, 20 el GREIM (el 62,5%) y 12, el EREIM (el 37,5% restante). El resultado de los mismos ha dejado 43 personas socorridas. De ellas seis fallecieron, 20 resultaron heridos y 17 más, ilesos.

Si lo comparamos con el año anterior vemos que entonces fueron nada menos que 60 los rescates, con cinco fallecidos, 47 heridos y 58 personas ilesas.

Respecto a ese año 2019 todos los datos van a la baja, salvo el que más llama la atención, el de los fallecidos que pasan de cinco a seis, esto es, se incrementan un 20%, aunque ahora lo matizaremos.

En 2019 fueron un total de 110 personas las atendidas entre fallecidos, heridos e ilesos por lo que al respecto un año después son un 61% menos. Los heridos concretamente se reducen de 47 a 20 y por tanto son un 57,5% menos y las personas rescatadas ilesas pasan de 58 a 17, un 70,7% menos.

Y ahora sí, ese matiz sobre los fallecimientos porque los datos, de algún modo, pueden  dar lugar a equívocos y por eso lo repasamos de la mano de un especialista, el sargento Rubén Mata del GREIM, quien además ha estado presente en todos los rescates en los que ha habido decesos y no todos obedecen a la montaña. Antes de empezar a desgranarlos asegura que Gredos es una montaña «amable», no es «como pueden ser los Alpes, aquí la montaña te avisa, incluso en varias ocasiones, antes de que ocurra una fatalidad». «Y esa fatalidad puede ocurrir por varias causas entre ellas la sobreestimación de las posibilidades y la falta de planificación de la actividad, por ejemplo no consultar la condiciones meteorológicas del lugar.

Entramos en esos fallecimientos. En dos de los casos recuerda que se trató de vecinos que no habían regresado a casa después de sus actividades laborales, en ambos casos eran ganaderos. Se coordinaron dos dispositivos de búsqueda y aparecieron, efectivamente, fallecidos. En ambos casos fue por causas naturales: infarto. El tercero de los rescates fue similar, un infarto, aunque en este caso no se trataba de un ganadero, era un vecino de la zona que había salido a la montaña a dar un paseo. En estos tres casos, la primera víctima tenía más de 70 años; la segunda, entre 61 y 70 y la tercera, entre 41 y 50 años, cuenta el sargento.

Llegamos al cuarto caso en el que intervinieron los grupos de montaña, pero que no fue un accidente ligado a la misma sino un siniestro con un vehículo 4X4. Una persona sufrió un accidente durante una prueba deportiva y se despeñó más de 200 metros abajo de la vía por la que transitaba, cayó por un barranco, de ahí la intervención del GREIM por «tratarse de un lugar de difícil acceso en los que se requiere una especial preparación física y técnica así como el empleo de medios técnicos adecuados».

No es la montaña en sí, es por el acceso difícil. A consecuencia del siniestro recuperaron a un fallecido y a un herido grave, fue en tierras extremeñas y son ellos los que acuden porque es su área de acción y porque como Guardia Civil que son también tiene los medios por perte necer al grupo de rescate. El quinto fallecimiento fue el de una senderista que sufrió un resbalón y cayó a un torrente de agua. Coincidiendo con el deshielo, la corriente lo arrastró y lo encontraron dos días después. Éste sí, asegura, es un accidente en montaña como tal.

En el sexto y último caso, el sargento Rubén participó en el rescate con el GREIM y con compañeros del EREIM, de Arenas. Se trataba de un vecino que había desaparecido, se la buscó y lo localizaron finalmente al lado del pueblo fallecido.

Conocidas las circunstancias de cada siniestro mortal se entiende en cierto modo lo que aseguraba el sargento en un principio y es el hecho de que la montaña «es amable», ahora bien, tiene peligro, como todas.

Ese peligro en el caso de Ávila son la orografía del terreno de la Sierra de Gredos y las condiciones meteorológicas pues éstas «son muy cambiantes y ante ello hay que hacer una muy buena planificación de nuestras salidas a la montaña».

Si ponemos una enfrente de la otra las estadísticas de 2019 y 2020 y «como estadísticas que son, cuanta menos gente viene a la montaña, menos posibilidades hay de tener accidentes y de que nosotros tengamos que acudir a los rescates».

En este sentido destaca lo primero que 2020 fue el año en el que se inició la pandemia y con ello hubo varios meses de confinamiento lo que hizo que la afluencia fuera menor. A ello se suman las restricciones y los cierres perimetrales y por eso cuando otros años se atendía por ejemplo a más accidentados de otras comunidades, sobre todo de Madrid; ahora, han sido más los abulenses a los que han tenido que socorrer.