La población del milano real invernante en La Moraña ha descendido un 34 por ciento en los últimos siete año, según se desprende del estudio realizado por los ornitólogos arevalenses David y Javier García, que han presentado los datos que se refieren a la población de milano real como invernante en La Moraña, tras haber realizado el III censo comarcal de esta rapaz en el mes de enero. Censo en el que han participado un grupo de voluntarios a los que agradecen públicamente su colaboración.
Para ello han prospectado 170.000 ha, el 21 % de la provincia de Ávila, acudiendo a los diferentes dormideros al atardecer situados en arboledas, donde acuden estas aves a pasar la noche.
La Moraña es una comarca muy importante para la invernada de esta especie, acogiendo al 75 % de la población invernante de toda la provincia.
Una vez realizado el recuento han comprobado que la población invernante, respecto al II censo que realizaron en 2013, ha disminuido un 34 %, así como también han disminuido la ocupación de sus dormideros, arboledas donde acuden a pasar la noche. Pese a ser datos muy negativos se muestran muy prudentes y lo asumen con cautela hasta que no se arrojen las cifras definitivas del censo nacional y europeo, celebrados también en enero, ya que entonces se comprobará la población invernante de esta rapaz en nuestro país y Europa, pues pueden producirse movimientos entre unas comunidades y otras, de ahí que estos censos deban prolongarse en el tiempo para ver la tónica de la especie.
Los investigadores resaltan los beneficios que aporta esta rapaz, gran consumidor de topillo campesino y otros roedores que afectan a las cosechas, convirtiéndose en un gran aliado del agricultor, así como limpiando nuestros campos de carroñas.
Por último, destacan la delicada situación del milano real como reproductor en España, que está actualmente catalogado como ‘En peligro de extinción’. Por ello hay que seguir instando a las Administraciones a que trabajen en pos de la conservación de esta especie tan beneficiosa para el hombre, ya que la custodia de la supervivencia de esta rapaz es de los españoles al albergar la mayor parte de la población invernante de toda Europa. Para ello habría que erradicar el uso de cebos envenenados en el campo destinados a la eliminación de depredadores como el zorro o los rodenticidas destinados al control del topillo y corregir los tendidos eléctricos de diseños peligrosos para evitar electrocuciones.