Después de una jornada nefasta para los intereses de los equipos abulenses en el grupo VIII de Tercera División, conviene pasar página cuanto antes y centrarse en lo que viene, que es una  semana con dos partidos para Real Ávila  y Colegios Diocesanos, por lo que no hay demasiado tiempo para lamerse las heridas.  

La primera fase de la competición entra en su tramo decisivo. La semana que viene restarán solo tres partidos, por lo que los puntos en liza aumentan exponencialmente su valor, y en el caso de los equipos abulenses mucho más, ya que los tres llegan con urgencias clasificatorias a estos últimos encuentros.

Lo hace el Real Ávila, que arranca la semana en el puesto más bajo de la temporada en lo que a la clasificación se refiere, ya que ha caído hasta la quinta  posición después de la inesperada derrota en el campo del Real Burgos, que viene a demostrar que, de momento, el cambio de entrenador no ha servido para cambiar la dinámica del equipo, que en los cuatro partidos sin Jimeno ha sumado una victoria (jugando contra diez), un empate y dos derrotas, lo que se traduce en 4 puntos ganados de 12 disputados. Tiene a su favor que los cinco partidos que le restan para terminar la primera fase con todos contra equipos de la zona baja (Almazán, Diocesanos, La Granja, Cebrereña y Mirandés), aunque solo jugará dos en casa, precisamente contra los equipos abulenses.

El Colegios Diocesanos ha dilapidado buena parte de las opciones que tenía de acabar entre los seis primeros con las tres últimas derrotas. Ahora debe espabilar si no quiere verse cercado por los equipos que le persiguen en la tabla, y para ello debe mostrar otra cara bien distinta a la que dio en el partido del domingo ante el Bupolsa. Las lesiones han destrozado al equipo en un momento clave de la temporada, pero ya no le queda otra que reaccionar. Mañana reciben al Real Burgos  y luego  le quedarán como rivales Real Ávila, Burgos Promesas, Segoviana y Arandina, un calendario para echarse a temblar.

Tampoco le van mejor las cosas a la Cultural Cebrereña, al que la derrota en su campo contra el Almazán le ha hecho descender a la última posición. Los de Pepe García tienen al menos una semana más tranquila y podrán preparar el partido del domingo contra el Mirandés B, para preparar su recta final que les llega con Bupolsa, Real Ávila y Burgos Promesas como rivales.