La vuelta de las visitas a residencias de mayores, un alivio

I.C.J. / F.J.R
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La hostelería reconoce que tenían «esperanza» en la apertura del interior de los locales por lo que la flexibilización del horario de las terrazas es «un retraso, un perjucio» pues de ello no se pueden mantener

La vuelta de las visitas a residencias de mayores, un alivio - Foto: Isabel García

La Junta de Castilla y León estudiará cada lunes en Consejo de Gobierno Extraordinario las medidas vigentes ante la covid-19 y ayer estrenó estas reuniones flexibilizando tímidamente algunas actividades y manteniendo otras muchas. Entre las que se mantienen, el cierre del interior de la hostelería, centros comerciales, gimnasios... o las reuniones en domicilios limitadas a cuatro personas. En principio seguirán así los próximos 15 días, aunque el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, reconocía que se revisarán el próximo lunes, éstas y las demás. 

Entrando en las flexibilizaciones quizá la más importante aunque menos mediática sea la que tiene que ver con las residencias de mayores en toda la Comunidad, ya que se permitirán más visitas y durante más tiempo. Todo un gesto hacia un colectivo especialmente mermado y dañado por la pandemia, tal y como reconocía el vicepresidente. Ante ello hemos recabado opiniones de los responsables de estas residencias en Ávila. Desde la ubicada en la calle Rufino Martín y que es potestad de la Junta de Castilla y León, se remiten a la contestación de Igea. Por supuesto con la satisfacción que producirá en sus residentes el poder recibir a sus familiares a los que tanto han echado de menos. Ahora, a partir del viernes concretamente, se podrán retomar visitas pues, como decía el responsable de la Administración Regional, los centros «están inmunizados», al igual que la mayor parte de los residentes, quienes ya han recibido sus vacunas, las dos dosis (salvo aquellos  que estaban en brote o esperando un negativo para poder recibir el suero).

Esa misma satisfacción era mostrada por José María Izquierdo, director de la Residencia ‘El Cerrillo’ de Navarredondilla, porque reconocía que llegados a este punto les vendrá bien un «poco más de libertad» y un poco menos del «control riguroso» con los que han tenido que estar trabajando en todos estos meses de pandemia. Además, comentaba que esta flexibilidad, entendía, le permitiría a su residencia poder volver a acoger a nuevos residentes, porque durante todos estos meses no han podido recibir a nuevas personas. El paso dado por la Junta vendrá bien para todos «para los residentes y para nosotros. Porque llevamos mucho tiempo viviendo en una gran tensión». «Nosotros –prosigue afirmando– afortunadamente no hemos tenido nunca ningún caso. Es bueno también tener  un poco más de libertad». Según indicaba el director de la residencia ‘El Cerrillo’, «los residentes también lo están necesitando para poder ver a sus hijos un poco más libremente. Algunos han recibido visitas desde las Navidades, pero muy restringidas y controladas. Echan de menos darles un abrazo». En este momento son 35 los residentes que viven en la residencia, cuando el aforo de la misma es de 46, pero no han podido coger a más residentes por las restricciones que han tenido. Se queja el director también de que todas las restricciones que han tenido «han sido nuestra a costa  porque la Junta nunca se ha hecho responsable de nada, ni para los EPIS, que en teoría concedían subvenciones hasta 2.000 euros, pero luego lo han denegado. Todo ha sido exigirnos, obligarnos, controlarnos, pero colaboración, ninguna».

no todos. Ana Rodríguez, directora de la residencia Domus VI Decanos de Ávila, comentaba que ellos no podrán acogerse de momento a las medidas de flexibilización porque en estos momentos tienen  un brote, por lo que deberán esperar. Reconocía que las visitas, como están ahora mismo de controlados los centros, «no tienen riesgos». Comenta que el brote que tienen procede de un caso que venía del hospital. Y aconseja que «hay que seguir con precaución» porque a ellos se les ha dado casos positivos después de 19 días de vacunados los residentes. Quiso aclarar que «la vacuna lo que hace es disminuir  los síntomas, atenuarlos. Pero no evita la infección». Por este motivo considera importante la vacunación de los familiares y cuidadores de los personas mayores  que viven en sus domicilios.

Por su parte, desde el Centro Infantas, dependiente de la Diputación, se mostraban en cierto modo también aliviados por la flexibilización y este mismo viernes comenzarán las visitas, ahora bien con medidas a mayores que las recogidas en la guía de la Junta. Y es que la diputada responsable del centro, Beatriz Díaz, recordaba que aún tienen muy reciente un brote de coronavirus que afectó a un número importante de trabajadores y de residentes. Es por ello que atenderán visitas con cita previa, con todas las medidas de higiene y mampara de seguridad entre el familiar (sólo podrá acudir uno) y el residente. El brote prácticamente está superado, sólo queda una persona «que está aislada y pendiente de PCR hoy», decía, pero prefieren extremar las precauciones. y velar por la seguridad de sus 130 residentes. Recuerda Díaz que en el tiempo en el que no han recibido visitas han propiciado videollamadas ya que adquirieron tablets sin límite de datos para acercar a  familias y residentes.

Cambiando de tercio, recogemos a continuación las reacciones a la flexibilización de medidas para hostelería y comercio. Para la hostelería,  la apertura a partir del viernes de las terrazas de los establecimientos hasta las 22 horas (en lugar de hasta las 20 horas y permitiendo la entrada del último cliente a las 21,30) no suponía realmente mucho, al contrario «es un retraso y un perjuicio muy importante»  explicaba el presidente de los hosteleros, Fernando Alfayate, quien no ocultaba la «esperanza»  que tenía el sector en que les abrieran el interior de los locales, sobre todo «viendo la mejora de la incidencia de la pandemia». Pensaban que se reflejaría en una apertura que «necesitamos ya» y sobre todo que toda vez que se abra necesitan que «nunca más se nos vuelva a cerrar». Dejaba claro que el servicio de terraza es un complemento para los hosteleros, pero que claramente con ello no se puede vivir: «Es del todo insuficiente». «Me cuentan que hay compañeros que se están gastando ya el dinero del cambio, ése que dejamos para dar la vuelta de los cafés, en los gastos corrientes de sus casas». Estamos, decía ante una «situación del todo insostenible» Por todo ello concluía con un «pedimos que nos abran ya, nosotros garantizamos el cumplimiento de las normas sanitarias», que abran el interior de los locales y el confinamiento perimetral con otras comunidades, especialmente con Madrid para devolver la vida a bares, restaurantes y hoteles. De momento han perdido la esperanza en que «pudieran liberar la presión a la que estamos sometidos».

sin gran repercusión. En cuanto al comercio, el vicepresidente de la Federación Abulense, Jorge Álvarez estimaba que el hecho de que les amplíen el horario de cierre en Ávila no tiene grandes consecuencias puesto que por tradición se suele cerrar en torno a las 20 horas. Sí les vino bien, reconocía, la ampliación del toque de queda hasta las 22 porque cuando estaba instituido dos horas antes tenían que cerrar en torno a las 19,30 para permitir la llegada de los trabajadores en hora.  Consideraba que a la hostelería sí les puede beneficiar algo la flexibilización, aunque es complicado en Ávila tomar algo fuera de los bares por el frío. Hablaba de la hostelería porque tiene claro que en nuestra ciudad ambos sectores van de la mano, el uno saca la gente a la calle y de eso se beneficia el otro.