Un 'sí, quiero' virtual

V. M. Roso (EFE)
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La pandemia ha obligado a muchas parejas a trasladar la emoción de su boda a internet, una herramienta que brinda la oportunidad de reunir a cientos de testigos pese a las restricciones

Los límites en el aforo y los cierres perimetrales obligaron a muchos contrayentes posponer los actos. - Foto: Enric Fontcuberta

Cierres perimetrales, cuarentenas y limitaciones de aforo son algunas de las medidas que se han tomado en el último año para controlar la pandemia, unas restricciones que han afectado también a bodas y comuniones. Una solución ha sido retransmitir las ceremonias en línea y conseguir que cientos de personas fueran testigos a distancia, lo que no ha mermado la alegría e ilusión de siempre.

«Mis tíos y primas compraron marisco para ver la boda, hubo una fiesta en cada casa, pusieron un proyector y decían que les había recordado a la boda de los príncipes; la gente de casa lo vio mejor que los de la iglesia, fue como ver una película», relatan Belén Lucero y Daniel Díez sobre su boda telemática.

Estos jóvenes de 26 y 25 años, respectivamente, se casaron en febrero en la Concatedral de Cáceres, ciudad de la novia, mientras que Daniel procede de Burgos, donde, por el cierre perimetral autonómico, tuvieron que quedarse muchos familiares. Ese fue uno de los motivos por los que decidieron retransmitir en directo la ceremonia por Youtube, solo accesible mediante enlace. Además, por el aforo pasaron de tener 250 invitados a 70; sin embargo, el vídeo en Youtube lleva ya más de 800 visualizaciones.

La pandemia también trastocó los planes de Pilar Aparicio y David Alberca, recién casados en la parroquia de San José de Cáceres. Ellos también trasladaron la emoción del momento por internet, o al menos así se lo hacían saber los invitados online en los comentarios del vídeo. «Queríamos que familiares, amigos y conocidos que no podían venir nos acompañaran ya no física sino espiritualmente en un momento tan importante. Nos han dicho a través de la pantalla lo pudieron vivir igual de emocionados que nosotros», explica Pilar.

Su marido, David, es natural de Perú, y gran parte de su familia no pudo viajar desde su país, por lo que se juntaron todos en la casa de su abuela para verlo en Youtube.

Para el sacerdote Fernando Alcázar, las retransmisiones de celebraciones religiosas no son algo temporal, sino que «igual que hay misas en La 2, las parroquias pueden», aunque apunta que «lo bonito y donde más gracias se derraman es presencialmente».

En su parroquia de la localidad cacereña Alcuéscar ha puesto un equipo de cámaras teledirigidas con hasta nueve tomas que él maneja desde el altar, y ya lleva más de 800 retransmisiones. Y es que para las personas confinadas, apunta el sacerdote, «si no hubiese sido por la cámara, no hubieran podido vivir el momento».