Las flores de invierno: Atrevido cromatismo vegetal

VICENTE GARCÍA
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El cambio climático está propiciando que algunas floraciones cada vez sean más tempranas, aunque existen algunas especies que siempre hacen acto de presencia en pleno invierno, dando un toque de color muy especial

Flores de acacia mimosa - Foto: Vicente García

EL clima mesetario de gran parte de nuestra provincia no resulta especialmente adecuado para floraciones tempranas, aunque con el cambio climático las cosas van cambiando. Pero hay algunas especies que por naturaleza tienen una floración tardía, y en otras ocasiones prolongada, que nos permite contemplar algunas flores en pleno invierno, ofreciendo al espectador la ocasión de realizar algunas instantáneas de estas maravillas ‘invernales’.

Una de las que pasa más desapercibida es la llamada ajonjera, y no porque sea escasa, sino porque sus pétalos amarillos son pequeños y apenas se aprecian las hojas, mostrando tallos semi desnudos y muy ramificados. Se trata de una planta abundante que podemos encontrar en pleno casco urbano, incluso en fisuras del pavimento y en algunos alcorques de los árboles y puede permanecer activa desde el final de la primavera hasta finales del invierno en  un ciclo amplio, pero arriesgado, para su integridad.

Más conocido por precoz es el croco, en ocasiones llamado azafrán silvestre, aunque de azafrán no tiene nada y es muy tóxica. Pero es una de las flores que aparecen en la media y alta montaña incluso entre la nieve, anunciando con mucha antelación que la primavera poco a poco va llegando.

Crocos, unas de las flores más precocesCrocos, unas de las flores más precoces - Foto: Vicente GarcíaUn poco más tardío, pero también invernal es el narciso, del que existe una gama variada de especies, algunas de ellas en peligro, así que lo mejor es que a pesar de su belleza, le contemplemos, fotografiemos y lo más importante, le dejemos donde está.

El romero es también una planta dura y adaptada a la media altitud como podría ser la sierra de Ávila, aunque podemos encontrarla diseminada por toda la provincia ya que es muy utilizada como ornamental y sabiamente usada en diferentes recetas de cocina y bálsamos. Durante estos días ya podemos ver las primeras flores, que podrán ir surgiendo hasta finales del verano, según la ubicación geográfica. Sus pétalos blanquecinos y violetas, constituyen unas de las plantas melíferas más interesantes.

Uno de los árboles más espectaculares en cuanto a floración se refiere es la llamada acacia mimosa, que llena sus copas con sus globosas flores amarillas, aunque para ver a esta especie tendremos que desplazarnos a terrenos más cálidos como las zonas del Valle del Tiétar.

Narciso de los pradosNarciso de los prados - Foto: Vicente GarcíaHace años se plantaban como ornamentales, pero debido a su capacidad invasiva, se encuentra catalogada como especie invasora desde el 2013, siendo especialmente expansiva en la cornisa Cantábrica. No obstante en el caso del Tiétar la población parece estar estabilizada.

Otro de los casos especiales de floración temprana es el níspero del Japón. Se trata de una especie  que como su nombre indica es importada y usada también en jardinería ornamental y como árbol frutal en zonas cálidas del mediterráneo español, pero debido a sus características y aguante le podemos ver en muchos jardines y algunos huertos abulenses.

(Información completa en la edición en papel y suscripción digital).

Para leer.- HUELLAS es una ingeniosa obra que combina la investigación, geología, ciencia, historia y literatura que establece un apasionante diálogo entre el presente, pasado y futuro de nuestra civilización.

El autor David Farrier, de la mano de su propia experiencia docente e investigadora realiza un recorrido desde el Báltico a la Gran Barrera de Coral; desde Shanghai a Tasmania, para descubrirnos un mundo que cambia de forma acelerada y cuyas consecuencias no sólo alterarán nuestra forma de pensar sobre el futuro, sino también cambiar nuestra forma de ver y comprender el mundo actual en el que nos encontramos inmersos. Este libro es un intento por descubrir cómo seremos recordados en un futuro muy lejano.

Portada de Huellas, y su autor David FarrierPortada de Huellas, y su autor David Farrier - Foto: Planeta EditorialAunque las personas hemos estado modificando la tierra y cambiando los ecosistemas desde hace miles de años, las alteraciones causadas al planeta y los materiales cada vez más duraderos que hemos fabricado, así como la velocidad de transformación sin precedentes, dejarán marcas también muy duraderas que tal vez en un futuro lejano sean interpretadas por los habitantes de esa época.

La degradación ambiental y el impacto que el hombre está ejerciendo a pasos acelerados sobre el medio es uno de los temas principales de este trabajo. Ciudades sutiles y problemas como el hundimiento de Bangkok que desde 1900 se ha  desplazado 1,6 metros hacia abajo, o la parte oriental de Tokio que desciende unos increíbles  4,4 metros son algunos de los numerosos ejemplos que va desgranando el autor a medida que leemos la obra.

El aumento de la temperatura del planeta es otra constante en este libro, donde recuerda también los residuos nucleares que «prometen dañar cuerpos no nacidos y paisajes que todavía no han aparecido»..

Entre relatos, literatura y ciencia, nos ofrece también otros datos como el incremento de las medusas y su inusual florecimiento durante los últimos años, indicando que algunos científicos afirman que pueden estar sufriendo una oleada de efectos causados por el hombre que podrían llevar al planeta de nuevo a un mundo precámbrico dominado por estos seres tentaculares carentes de esqueleto...

De Planeta de libros. Área de Ensayo. www.planetadelibros.com