Los concejales socialistas en el Ayuntamiento de Sanchidrián, mediante un mensaje a los medios de comunicación, han denunciado «la dejación de funciones del equipo de gobierno, patente también la gestión de la vuelta al cole en la que no existe protocolo ni colaboración con la comunidad educativa para garantizar la seguridad a alumnos, familias y profesores». Los ediles del PSOE en esta localidad morañega, gobernada por el PP, han pedido al equipo de gobierno que «implemente medidas que garanticen la seguridad y la tranquilidad de las familias en la vuelta al cole» y lo hacen ante la «pasividad» del Partido Popular que “se ha puesto de perfil en la gestión de la pandemia y en su responsabilidad como equipo de gobierno en lo concerniente a una vuelta a las aulas con garantías». 

En dicho mensaje a la prensa dirigido desde su partido, los socialistas aseguran que «parece que desde que se decretara el estado de alarma y la pandemia, el equipo de gobierno no ha tenido tiempo de establecer un protocolo ni de colaborar con la comunidad educativa y los padres y madres para que el inicio de las clases pueda desarrollarse con seguridad y con la mayor normalidad posible». 

Desde el Grupo Socialista recuerdan que «el mantenimiento del centro escolar corresponde al Ayuntamiento, que debe velar por el acceso a las herramientas de higiene y de control previstas por las autoridades sanitarias. Por eso, no se entiende que el equipo de gobierno no haya previsto el suministro de gel hidroalcohólico y mascarillas para el alumnado y los profesores. Ni lavarse las manos con agua caliente pueden los menores, ya que este servicio no funciona en el centro escolar desde hace más de cinco años. Algo que nos parece del todo impropio del siglo XXI y un despropósito que evidencia que las familias y los niños no están en la agenda política del Partido Popular». A nuestro juicio, dicen, «en este momento, más que nunca, se echa de menos una gestión responsable. Algo que queda patente, ya no sólo en la ausencia de un protocolo sanitario, sino en una falta de empatía económica con las familias».