Las enfermedades de la sangre son tan comunes como diversas. La más prevalente es la anemia ferropénica, una patología leve que afecta a cerca de un 25 por ciento de las mujeres en edad fértil. Pero la hematología también engloba afecciones graves y frecuentes como los tumores de la sangre, que se posicionan como el tercer tipo de cáncer con más incidencia en la población, sólo por detrás del de pulmón y el de mama.

A pesar de ser enfermedades comunes en nuestro país existe un gran desconocimiento sobre las afecciones de la sangre y por la figura del hematólogo. Por ello, Novartis ha puesto en marcha la campaña La sangre es lo que nos mueve con la que pretende acercar a la sociedad los principales aspectos de la hematología y los conceptos clave que intervienen en el desarrollo de las posibles enfermedades, como las causas o factores de riesgo.

Aunque el campo de la hematología es muy amplio, las enfermedades que centran gran parte del trabajo de los especialistas con las patologías malignas, como el cáncer de la sangre o como las llamadas Hemopatías Malignas, es decir, las leucemias, los linfomas, el mieloma y los síndromes mielodisplásicos.

En España cerca de 30.000 personas padecen un tumor de la sangre. Ramón García Sanz, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca y presidente electo de la Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia, señala que se trata de un mal “muy impactante y en muchos casos mortal”.

Su manejo presenta diversos retos, tanto por su variedad como por la capacidad que tienen de afectar a diversos órganos y sistemas. Sin embargo, en los últimos años ha habido grandes avances en el diagnóstico y tratamiento.

Jorge Sierra, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau, y presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia, destaca cómo en los últimos años se han mejorado las técnicas para el diagnóstico y subraya el papel que ha tenido la secuenciación genómica de nueva generación para mejorar el conocimiento de la biología de las enfermedades, lo que ha favorecido la aparición de terapias dirigidas.

Todo ello ha mejorado el abordaje de estas patologías, de modo que se han perfeccionado y personalizado los tratamientos. El cambio en la evolución de estas enfermedades gracias a los nuevos avances hace que los especialistas se atrevan a decir que nos encontramos en un “momento apasionante y esperanzador”.