Los delitos de odio como el que esta semana protagoniza la polémica política, por la denuncia falsa sobre una agresión por orientación sexual, crecieron en el conjunto del país un 9,3% en el primer semestre de 2021 con respecto a 2019 (el ejercicio previo a la pandemia), al registrarse 610 denuncias en ese periodo, en su mayoría por racismo y xenofobia, ideología y orientación sexual, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior y recogidos por agencias. A la espera de ver la evolución detallada por provincias, lo que sí conocemos ya son los datos definitivos que dejaron estos delitos en 2020, el primer año de la covid, en el que las denuncias por delitos de odio se redujeron un 17,8% en España. En la provincia de Ávila el descenso fue aún más acusado y superó el 50%, al registrarse cinco delitos de odio frente a los 11 detectados en 2019, el número más elevado de la serie estadística que arrancó en 2014.

Con todo, la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior señala en su último informe que, a diferencia de anteriores años, en el descenso de los incidentes de odio «ha podido tener una clara influencia el confinamiento sufrido por la población durante los meses de marzo a junio debido a la pandemia de la COVID-19», una circunstancia que a su juicio puede resultar engañosa, al existir «diferentes ámbitos que han experimentado un aumento de las mismas», como las discriminaciones por discapacidad, por razón de enfermedad, antigitanismo o por sexo/género. 

En Ávila de las cinco infracciones penales de 2020 tres estuvieron motivadas por racismo y xenofobia, una por discriminación generacional y otra por la discriminación por razón de enfermedad. Atendiendo al tipo de infracción, se encontraron lesiones, daños, daños en vehículos, amenazas y trato degradante.

La tasa de delitos de odio por cada 100.000 habitantes se situó en 3,2 en Ávila, ligeramente por encima de la media nacional, del 3%. En relación al resto de Castilla y León tres provincias registraron menos hechos delictivos de odio que Ávila, Soria y Zamora, con una cada una, y Segovia, con dos. La provincia castellano y leonesa con más delitos de odio en 2020 fue Burgos, con 17.

Además, el año pasado en Ávila se produjo una detención/investigación por delitos de ocio, mientras que los hechos esclarecidos fueron dos.