Un viaje de ida de 500 kilómetros

P. Martín (Ical)
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El pueblo de Frumales (Segovia) investiga si una de las piezas del inventario del Pazo de Meirás es su pila bautismal desaparecida en 1958

Un viaje de ida de 500 kilómetros

Entre el municipio segoviano de Frumales y el Pazo de Meirás, en Sada (A Coruña), hay actualmente cerca de 500 kilómetros. Un viaje que hizo la pila bautismal de este pueblo a finales de la década de los 50, sin que por el momento haya aparecido ningún documento de donación, cesión compraventa a favor Carmen Polo o la familia de Francisco Franco. El nombre de Frumales se ha hecho famoso a nivel nacional por este hallazgo en tierras gallegas y sus vecinos no hablan de otra cosa. El aviso de la aparición de esta pieza religiosa en el inventario de bienes y objetos del Pazo de Meirás, residencia veraniega de los Franco,  llegó a Segovia en Navidad, según explica el delegado diocesano de Patrimonio, Alberto Espinosa. Iniciaron una búsqueda en el Archivo Diocesano que no ha permitido tener ninguna certeza. 

No se han encontrado ni documentos ni fotografías sobre la pila bautismal de Frumales, para poder contrastar con la foto difundida. La investigación también se llevó a cabo en el propio archivo de la parroquia, con idéntico resultado. Sin rastro de evidencias oficias de cesión, donación o compraventa.

De lo que sí hay constancia es de la visita a Frumales de la esposa de Francisco Franco, Carmen Polo, en las mismas fechas en las que se le pierde la pista a la pila bautismal que estaba ubicada en el corral de la Casa del Cura. La vecina de Frumales, Francisca del Pozo, recuerda bien aquella jornada en la que Carmen Polo visitó el pueblo. «Un camión, cuatro o cinco soldados, se llevaron la pila y no hubo nada más», resume con mucho salero. 

Otro vecino, Ángel Bayón también recuerda el coche oficial, los escoltas y las motos que llegaron el primer lugar abriendo la comitiva. Para los frumaleños más veteranos está más que claro que «la pila se la llevó Carmen Polo y punto».

El alcalde de Frumales, Javier Sanz, subraya que son muchos los vecinos de más de 70 años, que emigraron del pueblo y pasan aquí los veranos, que tienen muy presente aquella fecha. Entonces eran niños y niñas, la mujer de Franco les tiró caramelos y no dudaron en seguir a la comitiva de la mujer de Francisco Franco por la localidad. 

Sobre la procedencia de la pila románica se barajan dos posibilidades, según el párroco Daniel Sacristán, que formara parte de una ermita que se quemó en un incendio o que perteneciera a la Iglesia Parroquial de Aldehuela de la Vega, hoy una aldea despoblada.

Tradición oral

Lo que sí tienen claro en Frumales es que esta pila nunca estuvo en la Iglesia Parroquial sino que de su destino anterior fue a parar al patio, al corral de la Casa del Cura, donde las vecinas recuerdan a verla visto y haber jugado a subirse en ella. 

Olegario Aceves, que ha investigado mucho sobre este asunto, tiene claro que efectivamente no ha aparecido documentación oficial sobre este hecho pero cuentan con la fuerza de la tradición oral de sus vecinos y con que las características de la pila coincide con «las características del románico primitivo segoviano».

Tanto el alcalde como Aceves comparten que parece difícil documentar la procedencia de la pila pero estaría bien que esta pieza se pudiera colocar con una placa en la que se dejara constancia de su origen en este pueblo segoviano.