33 años al servicio de la salud en Navarredonda

I.Camarero Jiménez
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El médico salmantino Ángel Cembellín se jubilaba el pasado viernes 21 de febrero y dos días después recibía el homenaje emocionado de decenas de vecinos que quisieron despedirle como sin duda se merecía

33 años al servicio de la salud en Navarredonda

El Hotel Garabatos de Navarredonda de Gredos, uno de los más amplios de la zona, se quedó pequeño para recibir el homenaje que el Ayuntamiento de este municipio y muchos de sus vecinos quisieron ofrecer a ÁngelCembellín Prieto, su médico desde hace más de tres décadas. El domingo fue el día elegido, si bien es cierto que Cembellín decía adiós definitivo a su querido puesto de trabajo el pasado 21 de febrero.

Fue el médico de familia de muchos y no sólo de Navarredonda, ya que el centro de salud allí ubicado atiende también a los vecinos de los pueblos aledaños. Médico sí, pero ante todo vecino, un paisano más al que ahora decenas de personas han querido agradecer la dedicación, recordando momentos vividos y como no, entregándole una placa que, para siempre, sea testigo de lo mucho que hizo por su pueblo de adopción.

Ni siquiera Cembellín es de Ávila, pero ya le sienten como si lo fuera y se lo ha ganado a pulso. Salmantino, de Armenteros, explicaba el alcalde de Navarredonda a Diario de Ávila, José Manuel Jiménez, Cembellín se integró a la perfección en esta su sierra de Gredos, montó hasta un club deportivo bautizado como «Trote Lobero»  con el que organizaba diferentes eventos que después han seguido. Partícipe de las tradiciones de la zona no era complicado verle en los herraderos, en el campo y no sólo eso, puesto que hay que añadir algo muy importante y eso es la calidad humana de este médico. «Hubo una época en la que hablando el cura, Ángel y yo nos pusimos manos a la obra para atender a un vecino para que éste dejara el alcohol porque además tenía recursos y estaba claro que podía salir adelante». En su día lo consiguieron, con él y con otros y es que se trataba también de hacer comunidad.

Médico, amigo y buena persona está claro que siempre tendrá un hueco en este pequeño y magnífico pueblo de la sierra de Gredos. Ahora ya no vive allí, pero sigue en Ávila, en un pueblo cercano a la capital en donde compró una casa, relata el regidor, pero a buen seguro retornará siempre que pueda al que ha sido su hogar. 

En el marco del homenaje se pudo ver además un vídeo preparado para la ocasión en la que se daba fe de lo mucho que ha acontecido en todo ese tiempo en la vida de Cembellín, un vecino más, un hombre de pueblo, de tradiciones y ante todo de implicarse más allá del terreno sanitario con los vecinos de Gredos.