La noche en el encinar

VICENTE GARCÍA
-

La sierra de Ávila posee espectaculares bosques de quercus que hay que conservar

La noche en el encinar - Foto: Vicente García

La provincia abulense es privilegiada en cuanto a bosques de encinas se refiere, y la sierra de Ávila contiene uno de los más extensos, mejor conservados y emblemáticos.

A pesar de que en los últimos años ha sufrido bastante con la sequía y el cambio climático y aparecían ejemplares muy afectados, las últimas lluvias del pasado año parecen haber dado nueva a vida a los ejemplares menos tocados por el calor y el estrés hídrico.

Las encinas y encinares tienen un halo mágico que envuelve a todo aquél que se pasea por sus entrañas y la fauna y flora asociada es realmente única. 

Ratón transportando a una de sus crías.Ratón transportando a una de sus crías. - Foto: Vicente GarcíaGran parte de las especies protegidas que tiene nuestro país se encuentran o tienen su zona de campeo en el encinar o los espacios circundantes.

También unas de las encinas más grandes de España podemos encontrarlas en la serranía abulense, destacando Chamartín con varios ejemplares que tienen más de cinco metros de perímetro; aunque si paseamos por su término observaremos bastantes más que aunque no llegan a ese tamaño tan enorme, son también venerables árboles con hermosas copas.

Pero si durante el día el bosque de quercus resulta impactante, si realizamos una ruta al atardecer se nos agudizarán los sentidos y podremos comprobar cómo los cánticos y gorjeos de las aves diurnas poco a poco se van sustituyendo por los de las nocturnas; por los inquietantes gritos de lechuzas y la llamada profunda del búho real, habitantes protegidos entre la espesura.

Encina notable junto al castro de la Mesa de MirandaEncina notable junto al castro de la Mesa de Miranda - Foto: Vicente GarcíaLos atardeceres en el encinar son espectaculares, e incluso en verano podemos contemplar un minuto mágico, un instante excepcional en el que el sol  comienza a ocultarse en el horizonte y la luna llena aparece al lado contrario. No es de extrañar que nuestros ancestrales antepasados adoraran a estos astros. A veces hay un espacio de tiempo en el que el silencio se hace patente y apenas se escucha el susurro de los pequeños roedores caminando sobre la hojarasca, antes de que la lucha por la vida de nuevo comience bajo la luz del cielo estrellado.

Son las rapaces nocturnas los fantasmas del bosque. Sus ojos y la visión binocular son perfectos para la caza sin apenas luz, y sus alas acolchadas con un plumón especial les hace silenciosas en pleno vuelo. Las presas apenas tendrán posibilidades.

Las encinas están muy bien dotadas para soportar los cambios térmicos de la «sierra media». Sus hojas están provistas de una especie de cera en el haz que evita que el sol las queme; además la parte inferior (el envés) está cubierta de una pilosidad que frena algo la evotranspiración. Son unos vegetales muy bien adaptados a la climatología de la provincia abulense y especialmente a la sierra de Ávila, ofreciendo un valor añadido a nuestra provincia como lo demuestran los diferentes grados de protección que tienen. Aunque con el cambio climático y las cada vez más frecuentes olas de calor estén poniendo a prueba su capacidad de resistencia, sobre todo en las zonas donde existe suelo menos profundo y sus raíces no son capaces de penetrar entre los bloques graníticos, como  hemos podido comprobar durante los últimos años en zonas cercanas a la capital abulense.

Pollo de búho chico oculto entre las ramas de una encinaPollo de búho chico oculto entre las ramas de una encina - Foto: Vicente GarcíaLa noche en el encinar es espectacular, y a veces también inquietante. Los jabalíes hozando entre el suelo o recorriendo el matorral con sus crías producen cierto miedo, y algún lobo solitario puede recorrer la zona, aunque lo más probable es que huyan rápidamente de nosotros y ni siquiera lleguemos a verlos, porque saben que el ser humano es el depredador por excelencia, el «matador» de seres vivos, y el mejor dotado para destruir el equilibro de la naturaleza, también en pleno encinar. 

(Reportaje completo en la edición impresa y suscripción digital).

PARA LEER:  Calendario sonoro de los paisajes de España. EL SONIDO DE LA NATURALEZA. .- Anaya Touring nos presenta este interesante libro «que también se oye», de Carlos de Hita e ilustraciones de Francisco J. Hernández.

Al abrir las páginas de esta obra se escuchan las voces de la naturaleza. A través de ellas se puede explorar la belleza y diversidad de los mensajes sonoros que se propagan por nuestros bosques, ríos y campos. A cualquier hora del día, a lo largo de las estaciones.

Carlos de Hita es un especialista en estos menesteres. Durante años se ha mantenido a la escucha, micrófono en mano, y ahora ofrece a los lectores-oyentes un doble relato: el literario, a menudo escrito sobre el terreno, y el sonoro, en el que ya no es él, sino la propia naturaleza la que se cuenta a sí misma con sus propias voces: las canciones de las aves, el croar destemplado de los anfibios, el aullido del lobo...

Páginas interiores del libro Los sonidos del bosquePáginas interiores del libro Los sonidos del bosque - Foto: Anaya touringSiempre contando con un telón de fondo formado por el silencio invernal, las estridencias de los insectos en los días de primavera o el retumbar de la tormenta en las tardes de verano que anuncia el otoña cada vez más cercano.

El relato, claro y sugerente nos ofrece además un recorrido por diversos puntos de España, con descripciones sobre determinados entornos, encuentros con las aves, y las experiencias del autor en sus recorridos y grabaciones. Todo ello acompañado con las ilustraciones de Francisco J. Hernández.

Y dónde está el sonido?

Pues todas las páginas van acompañadas de un código QR que enlaza con el canto de cada ave protagonista, y ayuda al lector a comprender mejor las descripciones y a sumergirse en ellas y trasladarse en el espacio al entorno en la que fueron grabadas. Puedes ir leyendo la  narración vida e historias del ave que aparece en la página y a la vez escuchar su canto como si estuvieras a su lado. www.guiasdeviajeanaya.es