Tranquila, discreta, educada. «Este martes podréis preguntarme lo que queráis, y yo responderé a todo, salvo a quello que hiera mi sensibilidad». En una breve conversación con Diario de Ávila, Pilar Baeza, la candidata de Podemos a la Alcaldía de Ávila, elegida en primarias por la militancia, y en el ojo del huracán mediático en las últimas horas por divulgarse su condena a 30 años de cárcel como cómplice de asesinato a mediados de los 80, aclara que ella no se esconde, que necesita tiempo para su trabajo en Ávila y que «por coherencia con la convocatoria de prensa realizada por su partido para este martes en Ávila», no será hasta dicha comparecencia, acompañada por el líder de la formación en Ávila, Pablo Fernández, cuando valore lo publicado en los medios, lo dicho sobre ella y, en consecuencia, todo lo relativo a su futuro político.

Nadie en Podemos Ávila se atreve, al menos públicamente, a vaticinar cuál será la decisión final de Pilar Baeza: si continuará o si retirará su candidatura. Hay quien se reserva su valoración, contagiado por la convulsión que ha sufrido la formación en Ávila, pero también quien califica de «linchamiento» lo que está sucediendo con Baeza. Lo oficial es que Pablo Fernández,  e incluso la dirección nacional –ayer el número dos, Pablo Echenique se pronunció en ese sentido– respaldan la continuidad de Baeza.

En el fondo, y paralelamente a la dinámica política y a la efervescencia sensacionalista que la noticia de El Español levantó ayer en algunas cadenas de televisión, se ha abierto también un debate sobre la reinserción social de quienes han sido imputados y penados y la posibilidad de que una exconvicta pueda presentarse a unas elecciones.

 «Esto ha sido como un polvorín en cuestión de unas horas», así es como define Pilar Baeza la cascada de informaciones, declaraciones y mensajes en redes sobre ella, su presente y su pasado. «Voy a dar la cara y a dar las explicaciones que sean, yo no me oculto de nada y no tengo nada de que esconderme. Soy una persona normal y corriente, muy en contra de lo que pretenden hacer creer», subraya.