El circo familiar triunfa entre payasos y peleas con frutas

M. Lumbreras
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La tercera jornada del Festival Internacional de Circo de Castilla y León cosecha gran éxito de público con las obras 'Angus' e 'Hijos de Fruta'

El circo familiar triunfa entre payasos y peleas con frutas - Foto: David Castro

En la novela Opiniones de un payaso, del escritor alemán Heinrich Böll, se cuenta la historia de un payaso que, pese a su juventud, ha entrado en una lenta e irreparable decadencia que no le permite llevar a cabo sus espectáculos. En un momento del libro, Hans Schnier, el payaso que protagoniza la obra, cuenta que, durante una actuación, –en la que, todo hay que decirlo, estaba un poco borracho– resbaló y se cayó. No se volvió a levantar y, para su sorpresa, no hubo abucheos, sino expresiones de compasión. 

Se podría decir que la obra ‘Angus’, que la compañía Tiramillas Circo representó este viernes en el palacio de Bracamonte, cuenta la historia contraria. Angus es un payaso que, pase lo que pase, intenta sacar adelante la actuación. Con una vestimenta que recordaba a los personajes de la saga de Mad Max, el clown realiza todo tipo de actividades sin que nada le pare en ello.

La obra comienza con la entrada de Angus en escena, portando un maletón con aparatos de sonido y una especie de antena de televisor, todo ello envuelto con sonidos angustiantes. El ambiente sonoro y la música serán partes esenciales del espectáculo, pues el payaso juega con la maleta y sus orejeras –dos ventosas de desatascador– como si fueran las ruedas de una radio, en la que suenan desde famosos temas de música pop –Video killed the radio stars–, hasta noticiarios que locutan la muerte de personas. Asimismo, Angus también toca música en directo, pues consta de una pequeña guitarra y una armónica que le valen para interactuar con el público.

La función, muda, es un popurrí de técnicas circenses, pues se pueden encontrar en ella desde malabares con desatascadores y una escoba hasta la pantomima típica del clown. Con grandes dosis de parodia y mucha interacción con el público, la obra cayó bien entre los asistentes, tanto niños como adultos, que abarrotaron el patio del palacio de Bracamonte.

peleas entre frutas. Por otro lado, el palacio de Superunda acogió en el día de ayer la obra ‘Hijos de Fruta’,  de la compañía La Testa Maestra, con una gran afluencia de público adulto e infantil.

La obra cuenta únicamente con dos actores sobre el escenario. El único momento en el que salieron palabras de su boca –y solo de la de uno de los dos– fue al principio, cuando, una vez anunciado el inicio de la función, la persona que más aplaudía y vitoreaba de todo el público resultó ser uno de los actores.

Con dos stands de fruta sobre el escenario, la obra transcurre entre malabares con piezas de fruta y juegos con un cuchillo, y danzas que simulan peleas, pues ambos fruteros compiten por la clientela y por ver quién tiene los precios más bajos.

Día de circo familiar, marcado por espectáculos para todos los públicos en los que tanto adultos como pequeños disfrutaron de las payasadas de los artistas.