El humo purificador volvió a San Bartolomé de Pinares, donde un año más se cumplió con la tradición de las luminarias como antesala a la celebración de San Antón. Un centenar de caballos volvieron a participar en esta fiesta donde tienen todo el protagonismo junto con las hogueras que se extienden por la localidad. Y junto a ellos los vecinos del municipio, gente llegada de otros lugares y todo el interés que despierta la fiesta reflejado en cámaras de fotos y grabación que cada año siguen llegando a la localidad e inmortalizando los momentos más espectaculares, que nunca faltan. No faltaron tampoco sustos con algún caballo, bebida para entrar en calor y la bendición del Santo con la que se daba el pistoletazo de salida al recorrido. Un recorrido lleno de humo, el fuego de las hogueras y el calor de los asistentes en una noche que resultó bastante templada. Eso sí, la noche terminó una vez más con una buena parrilla.