La futura Estrategia para la mejora de la calidad del aire 2019-2029 dedicará un esfuerzo «especial» al ozono troposférico, puesto que puede provocar problemas de salud, aunque el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, indicó que su origen no está claro al no existir información científica sobre sus causas.

Suárez-Quiñones, que abrió una jornada de presentación de la estrategia, destacó que la calidad del aire de Castilla y León es «buena o muy buena», puesto que no existen problemas con los contaminantes primarios debido a que se cumple la normativa básica.

Sin embargo, el consejero admitió que en determinadas zonas o periodos del año se superan los umbrales de ozono troposférico en la Comunidad, por lo que la estrategia pretende hacer frente a esta situación. No obstante, explicó que la solución no puede ser local o autonómica, sino nacional, puesto que puede generarse en otro lugar del país, ya que no está vinculado con la actividad industrial.

De la misma forma, el consejero de Fomento argumentó que esta estrategia, cuya elaboración comenzó hace meses, no responde a la sentencia del Tribunal Superior de Justicias, «bien intencionada», que pedía planes locales para mejorar la calidad del aire, según informa Ical.

Suárez-Quiñones apostó por avanzar en el conocimiento científico sobre el ozono, una tarea en la que colabora la Junta y el Gobierno a través de un estudio que pretende ser la «base» para adoptar medidas.

jornada. La Junta pidió aportaciones a esta estrategia, que ahora está en fase de información pública, para conseguir el propósito de proteger la salud de las personas, en un marco de sostenibilidad y economía circular, en consonancia con la planificación nacional y europea.

Las ponencias pusieron de relieve el problema que supone la contaminación atmosférica y las acciones para combatirla centrándose especialmente en el ozono troposférico y su problemática.