Roger Federer dio un paso al frente hoy para llegar a octavos de final del US Open, último grande de la temporada, con el cual barrió (6-2, 6-2, 6-1) al inglés Daniel Evans para citarse ahora con el español Pablo Carreño o el belga David Goffin. 

El cinco veces campeón en Nueva York venía de dos partidos a remolque, de muchos errores y un tenis mediano. Con el objetivo de darse otra oportunidad de agrandar su récord de Grand Slams (20), y conquistar la Gran Manzana 11 años después, Federer se dio por aludido en la necesidad de mejorar cuando saltó en sesión matinal a la Arthur Ashe en tercera ronda. 

Federer y Evans se enzarzaron en un juego directo que hizo descarrilar pronto al británico y elevó al suizo. El de Basilea, que venía de perder el primer set en los dos partidos anteriores, no tuvo que hacer frente a ninguna bola de break en los dos primeros sets. Mientras, su juego directo sacó cuatro juegos seguidos para llevarse la primera manga con 6-2. 

El guion fue el mismo después, con un break en el cuarto juego confirmado después con otro en blanco (4-1). A Evans se le torcía el gesto, más si cabe cuando comenzaba de nuevo a remolque en el tercer set. El británico no se rindió, pero le obligó un Federer en plan intratable, por si había dudas, aprovechando el día soleado en Flushing Meadows para volar a octavos en una hora y veinte.