"He trabajado por Ávila y por los abulenses"

P.R.
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El periodista y poeta Fernando Alda Sánchez, ha dedicado 32 años de su vida al periodismo profesional en diferentes formatos. Su blog de poesía 'Ínsula Barataria' tiene gran respuesta de lectores en países de Europa, Iberoamérica y Estados Unidos

Fernando Alda - Foto: David Castro

Fernando Alda   Sánchez (Ávila, 1962), periodista y poeta se encuentra en un momento determinante en su vida. Su testimonio, valiente y comprometido que aparece en este Lienzo Norte, hace reflexionar sobre el sentido de la vida. Sus palabras defienden unos valores que para un cristiano, como él se define, se hacen imprescindibles y dan sentido precisamente a la vida. Para el escritor y periodista abulense ese valor lo encuentra en lo que el llama su paisaje espiritual. Una valentía que sorprende en un mundo secularizado en el que vivimos, donde los valores interiores no existen y donde todo es lineal. 

Hoy se acerca a sus lectores a través de su blog  de poesía 'Ínsula Barataria', en un momento de máxima producción poética, recuperando plenamente su faceta literaria que hasta hace poco tiempo tenía un tanto olvidada. La situación ha venido sobrellevada por su situación laboral, ya que se encuentra desempleado y dispone de tiempo para escribir lo que le apetece. Y en este momento la poesía llena esa parte de su vida. Escribe prácticamente desde siempre, aunque con muchos altibajos, como el mismo reconoce, porque ha habido muchos años en los que no ha cogido la pluma. En otros reconoce que «con mayor o menor fortuna» seguía escribiendo y leyendo todo lo que caía en sus manos. Ahora dice que «sin dejar de verme como periodista, me considero más poeta. Como todo en esta vida, hay puertas giratorias. Sigo buscando trabajo y me gustaría volver a ejercer el periodismo».

En sus 32 años de ejercicio de periodismo ha trabajado o colaborado en todos los formatos periodísticos: Ha sido redactor jefe de Diario de Ávila, jefe de Informativos y Programas de  la antigua Televisión Ávila, tertuliano en diversos programas de radio (Radio Nacional de España y la Cadena Ser) y director de comunicación del Ayuntamiento de Ávila durante más de 20 años. También ha sido corresponsal de la Agencia ICAL, durante su primera etapa. Reconoce que el período más importante tanto en lo personal como el lo profesional, fueron años pasados en Diario de Ávila. «Fueron los de mis comienzos, recién salido de la Facultad de Periodismo de Madrid. Es donde te fogueas, donde te braseas y donde llegas a vivir mil aventuras… Tengo grandes recuerdos de situaciones vividas: algunos muy bonitos, otros más duros. Han sido en Diario de Ávila, al que sigo considerando mi casa todavía». Recuerda Alda que estos momentos vividos en Diario de Ávila ocurrieron cosas muy importantes. Fue el momento de la transformación tecnológica del periódico. «Recuerdo que se produjeron los cambios más importantes en el periódico. De ser un periódico vespertino pasó a ser matutino. Era todo un cambio de método de trabajo, incluso hasta de mentalidad, y en la forma de trabajar. El cambio tecnológico, de pasar prácticamente del plomo de las linotipias a los ordenadores». Menciona a personas como a Luis Santamaría «al que le recuerdo con mucho cariño, que era el gerente y a los antiguos tipógrafos que también se fueron reconvirtiendo. Recuerdo la primera rotativa que se instaló, cuando estaba el periódico en las Hervencias. Eran los años en los que no había teléfonos móviles, ni Internet. Empezó a despuntar el fax, que ya nos parecía un mundo… Fueron unos años muy bonitos porque era el comienzo de una profesión y toda una vida de madurez. Luego, en la televisión, también viví cosas muy bonitas y muy hermosas. Fue poner en marcha un medio de comunicación. Las primera emisora de televisión seria en Ávila. Después, veinte años de director de comunicación en el Ayuntamiento marcan, porque estás en el otro lado de la noticia. Durante todos estos años siempre he tenido la sensación de que he estado trabajando por Ávila y por los abulenses, allí donde haya estado».

En todos estos años el periodismo ha experimentado un cambio impresionante. Aunque sostiene que «no sabría decirte si para bien o para mal. Cada época vive el periodismo de una manera. Creo que la esencia de ser informadores no se ha perdido, de buscar la forma más objetiva posible, de contar la verdad, de presentar la  realidad de lo que ocurre». Reconoce, no obstante, que ahora el periodismo busca más la inmediatez y se ha perdido la reflexión, el pararnos los periodistas a pensar lo que vamos a contar. «A veces nos atropellamos aportando datos que muchas veces son repetitivos. Es lo que veo como nota más negativa, pero la esencia no se ha perdido, lo hermosa y grande que es esta profesión».

Reconoce también que el periodista es en este momento más necesario que nunca, porque se necesita su criterio profesional para «saber seleccionar de las 'fake news' que se transmiten y de infinidad de portales que hay en Internet, que en muchos casos son robot o personas bajo el anonimato y desde donde se calumnia y se desinforma a través de las redes sociales en las que ves basura por todas partes,. El periodista es más necesario que nunca para el control sobre el poder y sobre esas falsas noticias que tanto daño están haciendo».

Poesía. En las redes se puede encontrar su blog 'Ínsula Barataria', donde está publicando toda su obra más reciente. Reconoce que se lanzó a escribir este blog porque quería dar a conocer su poesía y era la única forma de hacerlo, porque es muy complicado la publicación de obra poética y en la situación en la que se encontraba no podía afrontar los gastos que supone la autoedición. «He aprovechado los grandes canales de comunicación que abre la cultura digital, que es distinta a la cultura analógica y a los canales tradicionales de comunicación, para tener lectores. Vi la oportunidad que me proporcionaban las redes sociales Twitter fundamentalmente, Facebook e Instagram. Me han abierto caminos que yo ni sospechaba con mi blog. Tengo lectores en Estados Unidos, en Alemania, en Francia, en Rusia, en muchos de los países Iberoamericanos (Argentina, México, Venezuela…), que yo no podía sospechar. Es sorprendente, después de España, el segundo país con mayor número de lectores que tengo es Estados Unidos. Y todo esto es por subir cosas a las redes sociales. Tengo casi 70.000 visitas en el Blog en dos años y medio desde que lo abrí. Estoy sorprendido. No me considero un influencer para nada, ni lo busco».

Alda reconoce que se ha llevado sorpresas de gente que le escribe porque ha  leído su obra y le comentan lo que siente cuando lee las cosas que ha escrito. Recordó el caso concreto de una persona de Venezuela, país que están pasando por una situación muy complicada. «Me decía que gracias a mis poemas tenía fuerzas para levantarse todas las mañanas. Y en otros muchos casos comentan que les ha gustado mi poesía, y también cosas que han visto que le recuerdan a otros poetas. Tengo mucho 'feed back' con los lectores y eso me encanta». En el fondo, sostiene Alda, el objetivo de la creación del arte es ayudar a vivir. Y «si no ayuda a vivir es un arte deshumanizado que no sirve para nada, es pura hojarasca y polvo».

Fernando Alda tiene un libro de poemas publicado en el año 1986 'Airado Luzbel'. También un segundo libro editado también como el primero por la Institución Gran Duque de Alba. Se trata de un ensayo sobre una de las primeras obras de José Jiménez Lozano y parte de su obra periodística, 'La salamandra en el fondo del pozo', es el título de este segundo libro. Dentro del Blog también ha publicado tres libros completos de poesía.

La montaña ha sido desde muy joven uno de sus grandes aliados, una de sus grandes aficiones y donde recarga las pilas cada vez que se acerca. Mantiene que en la montaña ha encontrado parte de lo que el llama su paisaje espiritual. «Ascender a una cumbre es como hacer unos ejercicios espirituales, como comenzar a recorrer un camino iniciático que me ayuda como cristiano que soy, me ayuda a alcanzar lo alto, a llegar a Dios. En la montaña he vivido cosas muy hermosas. Defiende que en Ávila somos unos privilegiados por la cantidad de montañas que tenemos, especialmente por la Sierra de Gredos, que es un tesoro .  Pero además de las Sierras también destacó la importancia de la llanura abulense. 

Personajes. Dos personajes reconoce que le han marcado en la vida, dos escritores abulenses y morañegos para más señas: Jiménez Lozano y Jacinto Herrero, que fue su profesor de Literatura. Sostiene que Herrero le abrió los ojos a mirar la literatura como la concibe. José Jiménez Lozano le abrió las puertas que luego han dejado mucha huella en lo que Alda define como su paisaje espiritual. «Me considero un buscador de Dios. En primer lugar porque creo que el ser humano tiene que estar abierto a lo trascendente. José Jiménez Lozano me ha llevado a sitios que yo ni siquiera sabía que existían, sitios del pensamiento, sitios espirituales. Recuerdo de forma muy especial un libro que creo que convendría recuperar para cualquier persona, pero especialmente para los que somos de Ávila y de Castilla y León es 'Guía espiritual de Castilla', que a mí me enseñó a ver Castilla de una manera diferente, quizás porque teníamos la imagen de esa Castilla del 98, esa Castilla masculina, llena de aristas, de guerreros. Jiménez Lozano nos descubre una Castilla femenina, llena de redondeces y de suavidades, llena de colinas, de oteros, de lugares escondidos; dónde hay una pequeña  ermita ,dónde ha habido un cenobio. Recuerdo que es un libro que te marcan en la vida, aparte de otros muchos de él y de otros autores».

Otro de los libros por el que siente admiración  Fernando Alda es el Quijote. De hecho, a su casa le ha llamado 'Barataria' y su blog lleva el nombre de 'Insula barataria' y su biblioteca se llama Alonso Quijano, y además de «un subtítulo biblioteca salvada del fuego. Para mí la figura de Cervantes es esencial, no solo como escritor, sino como persona por todas las vicisitudes que pasó. Un genio de la literatura, junto con William Shakespeare al que también admiro».

Destaca con sumo orgullo que en su paisaje espiritual también están los místicos abulenses, Santa Teresa y San Juan de la Cruz; los románticos ingleses y alemanes…

Sobre su situación laboral actual reconoce que en los primeros momentos la afrontó con mucha angustia, «porque te ves como víctima de un sistema en el que eres muy mayor para cumplir con los estándares que te exige el sistema y muy joven para poder jubilarte. Te encuentras como en tierra de nadie, como un trasto inservible. Luego te das cuenta que en esta vida lo que hay que aprender a pensar es que no son el porqué de las cosas, que no hay que preguntarse porqué te ocurren, sino para qué te ocurren. Lo vives ahora de otra manera…» Reconoce que sigue enviando curriculos. «No paro de mandar curriculos a todos los sitios; de presentarte allí donde puedes ver una oportunidad para volver a trabajar... Pero cada día que pasa es más difícil porque eres más mayor. Vivimos en una sociedad del descarte. No se valora la experiencia que uno puede aportar, la madurez que uno tiene, las ganas y la ilusión que uno tiene de seguir haciendo cosas. Ahora me encuentro en un momento que lo vivo con mucha paz, la paz que solo me la da alguien más grande que yo. Lo digo así de claro. Esa paz me la da Cristo. Me lo da el haberme volcado en esa vida espiritual que antes no la podía tener. Ahora el para qué me ha servido para recuperar a mi familia, porque antes mi prioridad era el trabajo. Ahora mi prioridad es mi familia y mi vida espiritual. Me dedico a cosas más importantes de las que me he dedicado jamás, entre otras, escribir». Mantiene que su vida no se define por el éxito profesional que pueda tener. Sino que se define por otras cosas que «son maravillosas: por la vida, por el tiempo libre que tengo, por el tiempo que dedico a mis hijos, a mi mujer, a los amigos. Tengo más tiempo para leer. Quiero volver a trabajar, porque todavía me quedan unos años para poderme jubilar. Me gustaría poderme jubilar en las mejores condiciones posibles, pero si no ocurre así, será por algo, será para algo. Hay que vivirlo con paz».

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

El Castillo Interior de Santa Teresa y la imagen que tenía en su infancia de la misma José Jiménez Lozano, cuando venía a Ávila desde Langa, que le parecía llegar a Constantinopla. Es decir, los adentros del alma y la leyenda.

¿Que es lo que más le gusta de vivir en Ávila?

Que es un paisaje espiritual completo contenido en muy poco espacio.

¿Y lo que menos?

Pues que a los abulenses nos da en muchas ocasiones miedo a creer en las cosas grandes que somos capaces de hacer, y por ello nos las hacemos.

Un lugar para perderse, un recuerdo de infancia, un personaje...

Un lugar: El Soto, es como el bosque encantado / Un recuerdo de su infancia: las luminosas tardes de verano en mi barrio, La Encarnación / Un personaje: Adolfo Suárez, al que nunca le agradeceremos la suficiente la libertad que nos trajo.

El mayor cambio que necesita Ávila  es...

Una mentalidad más abierta para alcanzar un liderazgo a larzo plazo que la sitúe en la Europa de las ciudades. 

Ávila tiene que mantener…

Sus raíces milenarias y su patrimonio, que son la mejor herencia.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Un lugar muy agradable para vivir, pero al que le faltan oportunidades de desarrollo personal y colectivo

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Como una ciudad a la medida del ser  humano en la que puedan convivir sin distorsiones las nuevas tecnologías con el patrimonio y las tradiciones

¿Qué puede aportar a la provincia de Ávila?

Seguir amándola intensamente y soñando con ella como la ciudad en la que puedan quedarse a vivir mis hijos.