No fue una decisión sencilla. Tener que renunciar de nuevo a la cima del Dhaulagiri (8.167 metros) no es fácil cuando estas tan cerca y tan lejos como volvía a estarlo Carlos Soria. «Bajamos con la sensación de haber hecho lo que debíamos hacer» comentaba ya en el Campo Base el veterano montañero abulense (80 años) después de un duro viernes en el que el fuerte viento en la cima del ochomil nepalí obligó a la expedición que lidera a darse la vuelta. Intentar la cumbre era imposible.
«Hemos finalizado nuestra expedición como siempre, sin cumplir –en referencia a las dificultades que está encontrando en conquistar el Dhaulagiri– pero muy contento después de haber estado luchando contra esta montaña que tanto deseo subir a su cumbre» reflexionaba Carlos Soria a través de las redes sociales una vez alcanzaba el Campo Base. «Han sido días muy duros pero no nos volvemos fracasados, nunca volvemos fracasados y menos de ésta. Mucha gente nos preguntará si no estamos hartos del Dhaulagiri, pero no.Sigo teniendo la misma ilusión de subirla que cuando llegamos a este Campo Base».
Hablar de lo que pueda ocurrir a futuro y su reto de conseguir los 14 ochomiles –le restan dos– es ahora mismo una quimera, aunque lo tiene claro. «No sé lo que pasará más adelante» pero «quiero subir a la cumbre del Dhaulagiri y lo voy a conseguir», avisa.
Se pone el punto y final a lo que era el décimo intento de Carlos Soria por conquistar el Dhaulagiri, una cumbre que intentó por primera vez en 1998. «Ha sido una expedición distinta», no sólo por la enorme cantidad de nieve con la que se han encontrado sino por la prótesis de rodilla con la que la afrontaba el abulense. «He podido luchar, pero si no hemos podido con la montaña no ha sido porque no tengamos las condiciones para hacerlo». Porque la rodilla de Carlos Soria respondió. La recuperación desde la operación a la que se sometió en octubre de 2018 fue larga, pero con mucho trabajo el abulense volvió a superarse una vez más para conseguir estar en condiciones para lanzarse de nuevo a por la cima de un ochomil «maravilloso, pero no se han dando las condiciones necesarias».