La suerte le da la espalda a la Cebrereña

Área 11
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0
Cebrereña
1
Cristo Atlético
Finalizado
El Cristo Atlético se lleva los tres puntos de El Mancho Ángel Sastre con un tanto de Alvarito en el 92' y deja sin un premio merecido a los de Pepe García

A la Cebrereña se le escapó un punto muy valioso en el añadido que pone más difícil la salvación a los de Pepe García. El equipo abulense, que hizo méritos para haber sumado, se quedó sin nada cuando el Cristo Atlético marcó el gol de la victoria en el tiempo suplementario.

Tras los primeros compases probando fuerzas, Ruba asustaba primero a Adriá, al intentar rematar la primera falta del partido, pero seguidamente Quique respondía mandando un lanzamiento por encima de la puerta de Gordo. Los de Pepe García buscaban más insistentemente el primer tanto, y llegando al minuto diez Pakato tendría por doble partida la ocasión con dos tiros desde la frontal del área que Adriá no atrapaba bien. Una jugada después Súper sería el que, tras una gran combinación colectiva, lanzaría por encima de la escuadra.

La mayoría del tiempo transcurría en la zona de medio campo, tratando de hacerse ambos conjuntos con el control del juego aéreo, muy recurrido para salir de las presiones y ya habitual y característico de los saques de puerta en el campo cebrereño. Sin un dominador, las idas y venidas eran constantes en ambos áreas pero sin necesidad de intervenir los arqueros. Llegaba la polémica en el minuto 34 cuando David Terleira penetraba en el área controlando un balón largo con dos defensores a sus lados y caía al suelo en la última zancada sin que el colegiado señalara nada.

La ocasión más clara para el equipo de Julio Cesar llegaría cuatro minutos más tarde cuando Adrián se hacía con el balón tras una pérdida de Fer Albín y lanzaba raso desviado por muy poco del palo. Seguidamente lo volvería a intentar Quique al palo corto, atrapando Gordo sin problema. No sin las últimas quejas acabaría la primera mitad, siendo la última jugada un nuevo silencio arbitral protestado en la grada y en el campo tras caer Súper en el área visitante por un choque de sus botas con las del defensor cuando se quedaba solo ante Adriá.

Comenzaría el segundo asalto con el mismo tanteo y juego trabado buscando la ocasión para adelantarse en el marcador. Pero con un partido más parado y de acciones cortas que no eran suficientes para nadie.

La primera oportunidad clara de la segunda mitad no llegaría hasta pasados 20 minutos, esta vez a balón parado para los palentinos marchándose por línea de puerta entre un barullo en el área.

Se complicaban también las acciones individuales por la intensidad con la que ambos conjuntos defendían el uno para uno, teniendo que intervenir el colegiado en varias ocasiones advirtiendo para calmar los nervios.

El reloj corría afianzando la defensa a sabiendas de que un empate podía ser más favorable para los verdiblancos, teniendo en cuenta los tropiezos de los últimos minutos en muchos partidos, y contando con la poca eficacia ofensiva que estaba marcando el partido. A quince para el final Pablo, al segundo palo de Gordo, no conseguía dar a la pelota encontrándose absolutamente solo y perdonaba el gol. Respondían los cebrereños en el 82’ con la única ocasión clara provocada por un rechace del portero que impactaba en la cara de Quique y obligaba a Adriá de nuevo a mandar la pelota a córner.

Tan solo pasados tres minutos los locales perdonaban un gol que les hubiera dado la vida en su dura lucha, cuando Terleira la colgaba al segundo palo recibiendo de falta y ni Ruba ni Tena llegaban en el salto por centímetros.

Llegando al tiempo de añadido se vivirían los instantes más tensos para la defensa visitante, cuando los verdiblancos apretaban incomodando y Súper lo intentaba lanzando casi desde el suelo. Pero para continuar con la dinámica que viene sufriendo la Cebrereña durante la temporada, el gol, el ansiado tanto que ningún conjunto conseguía, llegaba para el Cristo en el 92’. Tras buscar insistentemente la falta en la frontal del área, los visitantes la conseguían ya en el añadido y Alvarito la colocaba perfectamente ajustada desde una posición privilegiada sin dar opción a Gordo.

No habría tiempo para más, y los tres puntos se marchaban para Palencia, reviviendo otra tarde los fantasmas en El Mancho Ángel Sastre.