"Encontrar en la palabra impresa emociones y sentimientos"

P.R.
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El periodista Pablo Serrano, director de Diario de Ávila, habló en el Donoso Escrutinio de los libros que le marcado en su vida, una lectura literaria que está asociada a «mis otras juventudes»

"Encontrar en la palabra impresa emociones y sentimientos"

La  lectura literaria está esencialmente asociada a mis otras juventudes, y el paso del tiempo y la vorágine de la actualidad informativa a la que profesionalmente me dedico, que no permite ni un minuto  de paréntesis salvo que te lo impongas». Comenzaba su intervención anoche el periodista Pablo Serrano, director de Diario de Ávila, en el ciclo ‘Donoso Escrutinio’, que se desarrolla en la Biblioteca de Ávila, dirigido por el poeta abulense José María Muñoz Quirós. El periodista, que reconoció también una especial devoción por el papel y la tinta, «un signo romántico de nuestras vidas que no quisiera hacer desaparecer». A la vez que elogió el «papel brillante» que tienen las bibliotecas. Fue desentrañando uno a uno los diferentes libros que le han marcado a lo largo de su vida y que salvaría de una improvisada quema. Reconoce que para el la lectura ha tenido en el entretenimiento como primera finalidad, aunque pasando los años «he procurado también encontrar entre la palabra impresa otras emociones y sentimientos». Dijo además que este Donoso Escrutinio le recordó las «eternas filas» que tuvo que tenía que hacer a la hora del recreo en el colegio para conseguir uno de los «ansiados cómics de Asterix o Tintín»; o las lecturas más adolescentes en la casa de la Montaña Palentina de sus abuelos maternos, con libros de aventuras, que tenían a «aquellos Cinco», de la autora británica Enid Blyton. O una lectura que le llevó a una  «diversión en estado puro» como consiguió cuando leyó Fray Perico y su Borrico, de Juan Muñoz Martín. Con el paso del tiempo también se acercó a los clásicos. Descubrió de una forma especial La Odisea, de Homero, o La Celestina, de Fernando de Rojas. Este libro le trae al recuerdo a uno de sus profesores de Literatura y gran poeta abulense, Jacinto Herrero, al que menciona con un especial cariño y le define como «un hombre paciente y tranquilo» y «distante, pero incluso para ser distante hay que serlo con maestría».

Citó también a Gabriel García Márquez, en dos de sus obras, El coronel no tiene quien le escriba y Cien años de Soledad o la sencillez en el lenguaje castellano de Miguel Delibes en el libro El disputado voto del señor Cayo. En el ámbito tecnológico, del que se mostró un gran seguidor, reconoció la clarividencia de las periodista Marta García Aller, en su libro El final del mundo tal y como lo conocemos, «una guía para conocer los cambios inevitables que van a transformar nuestras vidas en un futuro próximo». En esta misma línea mencionó la biografía de Steve Jobs, de Walter Isaacson, que menciona también en este Donoso Escrutinio, que reconoce que le ha servido «para evocar  pasajes de mis otras juventudes que de otra manera seguirían durmiendo».