Pablo Hermoso ya tiene a quien dar el relevo

J.A. Cartón
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Guillermo Hermoso de Mendoza obtuvo en Arévalo tres de las seis orejas del festejo de rejones y compartió puerta grande con su padre

Pablo Hermoso ya tiene a quien dar el relevo

El tercer festejo de San Victorino 2021 fue una corrida de rejones con la que se cerró  la feria de Arévalo, donde se cortaron seis orejas, en una tarde agradable de temperatura y se corrieron toros de la ganadería de Carmen Lorenzo y el Capea, desiguales de presentación y fuerza, destacar el quinto ( nº 10) Pies de plata y el sexto (nº 26) Romerito por su movilidad y fijeza con las cabalgaduras.

Pablo Hermoso de Mendoza de goyesco en blanco y azabache una oreja / una oreja 

Guillermo Hermoso de Mendoza de goyesco en azul y azabache una oreja / dos orejas 

Sergio Pérez de campero corto y zahones ovación / una oreja

Con casi el aforo permitido completando los tendidos se abrió la tarde con las notas del himno nacional como es tradición en esta plaza, y tras un leve acondicionamiento del piso plaza abrió el festejo Pablo Hermoso de Mendoza a lomos de Malver para recibir a Gordillo Nº 13 al que dejo correr tras la cabalgadura para conseguir encelarle y clavar dos rejones de castigo, realizó una faena en banderillas bien llevada y con piruetas y dando los pechos de las cabalgaduras consiguió llegar al tendido, algunos de los mejores compases lo consiguió a lomos de Extraño en banderillas y de Corsario en cortas y ya con el rejón de muerte dejó un certero rejón de muerte en todo lo alto que hizo caer al toro sin puntilla. Cortó una oreja .

El cuarto, Platillo nº 18 del Capea, fue un toro algo más encastado y noble para las cabalgaduras, ante el que Pablo dejó muestras de su magisterio. Lo hizo templando una faena que exigía de  oficio y veteranía, para llegar a los tendidos. Alquimista, Berlín y Esencial fueron alguna de sus cabalgaduras en colaborar en este triunfo con Pablo de Mendoza, quien remató con un gran rejón de muerte y se le premió con una oreja, aunque hubo petición de la segunda. 

Guillermo Hermoso de Mendoza que compartió cuadra de caballos con su padre, recibió a Montecillo nº 23 del Capea, a lomos de Martinxo que de salida lo cortó en los medios y tras dos vueltas lo clavó dos rejones de castigo en buen sitio. En banderillas el toro perdió las manos en varias ocasiones y pareció que deslucía la faena un poco. Berlín y Ecuador con quiebros y batidas por los adentros y poniendo banderillas cortas a dos manos hicieron las delicias del público que ocupaba los tendidos. Al doblar el toro una oreja para Guillermo Hermoso.

Al quinto, Pies de plata nº 10, Guillermo Hermoso lo cuidó desde principio, lo llevó con mucho tiento en los primeros compases de la faena, dándole su tiempo entre encuentro y encuentro, ligando una gran faena clavando banderillas al quiebro y a dos manos por ambos pitones. Dejó ver su progresión en este mundo del rejoneo, acertó con el rejón de muerte cortando las dos orejas que paseó por el ruedo arevalense. 

Completó el cartel el joven peñarandino Sergio Pérez que en su primero (tercero del festejo) Montecillo II nº 41 vio como en su primer embroque ante el toro resultaba herida su cabalgadura con un puntazo. Algo que le hizo cambiar de montura pues sangraba a la altura de la nalga. En su primera actuación le pudieron los nervios estando un poco acelerado. Quizás la presión del cartel le pudo, pues todavía es muy novel en esto, pero se le vio voluntad y dejó algunos buenos momentos. Tuvo que echar pie a tierra y tras usar el verduguillo recibió una ovación.

En el que cerraba el festejo, nº 26 Romerito y el toro más armonioso del festejo, le valió al peñarandino para ejecutar una faena muy estructurada y con los nervios más templados clavó banderillas a lomos de Amatista y Verdi.Tras una faena en la que tenía el triunfo asegurado le pudo el entusiasmo y cometió el error de querer clavar tres banderillas cortas cuando la faena estaba terminada y el toro casi parado, alargando una faena que ya estaba culminada y no procedía prolongarla. Dos rejones de muerte y golpe de verduguillo. El público pidió la oreja. El presidente estuvo un poco reacio y pensativo si la concedía o no, pero al final accedió a dar el trofeo. 

En conclusión una bonita feria taurina la que se vio en la ciudad de la Moraña y donde se dejó puesta la esperanza y las ilusiones para que en la próxima se pueda ver a plaza llena y con festejos como los que se han podido ver estos días en Arévalo.