Una escuela rural libre y de pedagogía activa

P.R.
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El patio de las antiguas escuelas de Riofrío acoge una reunión de padres con un objetivo: reabrir este centro cerrado por falta de niños hace más de dos décadas

Una escuela rural libre y de pedagogía activa

Un grupo de padres con sus hijos y otras familias se dieron cita en la mañana del pasado sábado en el patio de las antiguas escuelas de Riofrío para asistir a la convocatoria que se había hecho desde el propio ayuntamiento de este municipio de Ávila y del grupo de padres que pretenden poner en marcha un proyecto educativo de escuela rural libre y de pedagogía activa. De conseguir este objetivo la escuela de este pueblo se reabriría después de que fuera cerrada hace más de dos décadas. Escuelas de este tipo han comenzado a abrirse en otras provincias de nuestro entorno como son los casos de Salamanca, Segovia, Burgos, Madrid, Guadalajara...

En la reunión estuvo presente Airis Mijangos, una maestra de Burgos especializada en este tipo de formación que se imparte en las llamadas escuelas libres y de pedagogía activa. «En esta escuela de Riofrío los niños pueden estar en pleno contacto con la naturaleza. Sería un aprendizaje para los niños de observación y contacto con la naturaleza y como peculiaridad, los alumnos  de distintas edades compartirían aula.  Estarían todos juntos en el aula y harían otro tipo de aprendizaje». Considera Mijangos  que «las interacciones que se dan en ese tipo de grupos son muy enriquecedoras y fomentan mucho la corresponsabilidad y las relaciones entre diferentes edades» Reconoce que otra cosa que le gusta mucho de este espacio es que tiene un espacio dedicado a las personas mayores del pueblo. «De esta forma dentro del mismo centro los alumnos tendrían la posibilidad de interaccionar con personas mayores y aprender de ellas o compartir actividades con ellas».

Comenta también que este sistema de pedagogía activa lo que hace es cambiar el rol de alumno completamente. En este caso el foco no está en el profesor sino en el alumno. El protagonista es el alumnado. El profesor tiene una función de acompañante. De hecho, se llama así. Su misión requiere de mucha observación y de atender a las necesidades de la naturaleza (ver en qué proceso están pedagógicamente y cuáles son sus necesidades)». Las pedagogías activas no menosprecian el juego y lo abordan en el aula como un elemento de desarrollo. Todo el aprendizaje es muy manipulativo, señalaba Airis Mijangos. Los alumnos al no disponer de libros de texto y de una evaluación como lo tienen la formación tradicional la pedagogía activa lo que utiliza es la observación continua para comprobar la evolución de los niños, donde se ve el avance de su aprendizaje.

Alcaldesa. Pilar Galán, alcaldesa de Riofrío reconoce que se metió en el ayuntamiento precisamente por este motivo. «Mi única motivación era reabrir la escuela. Los concejales cuando lo propuse me miraban con incredulidad, porque lo consideraban una utopía total. He visto esta oportunidad y creo que hay que apostar fuerte por ella porque merece la pena. Es vida para el pueblo, para nuestra gente y para todos. El medio con el que contamos es maravilloso y hay que apostar al doscientos por cien». El ayuntamiento ha cedido las dos aulas de las antiguas escuelas y añade que «no sé si necesitarán más para que el proyecto sea viable, porque necesitan un aula multiusos. A ver como se plantea el proyecto y si necesitamos el salón de los jubilados lo usaremos también y los reubicaremos en otro lugar».

Promotores. Alberto de la Fuente, uno de los promotores de este proyecte  de escuela rural comentó que el nombre que quieren dar a la escuela es ‘Alquerque escuela rural de Riofrío’, rememorando este juego que hay en el paraje conocido como ‘la ‘Najarra’. “Lo vimos, nos gustó la idea de ser un juego propio del pueblo y lo hemos adoptado aprovechando también la relación que tiene el juego en la enseñanza en las etapas de más infancia».

Después de la reunión mantenida el sábado el esfuerzo al que dedicarán gran parte del tiempo es a difundir el proyecto y tratar de conseguir el apoyo de más familias para que se sumen a colaborar y poderlo llevar a cabo.

Parte de este grupo de padres procede de un proyecto que ya se está llevando a cabo en Ávila, en una escuela de infantil. «Nosotros hemos formado parte de este proyecto. De hecho, uno de nuestros hijos aún sigue en la escuela. Lo que ocurre es que no hay continuidad a la etapa infantil. El nuestro es un proyecto nuevo y diferente, que hemos iniciado tratando de mantener la línea. Aunque no es la misma línea pedagógica, porque aquel es un proyecto de un tipo de pedagogía que se llama Waldorf y nosotros pretendemos que sea una escuela libre activa y que puedan contemplar diferentes pedagogías, porque creemos que enriquece».

Proyecto en Salamanca. Lara Willmott es una de la madres del proyecto educativo escuela Wayra, que se ha puesto en marcha en el municipio de Juzbado, a unos 25 kilómetros de Salamanca. Les ha llevado diez años de recorrido al grupo de familias que iniciaron el proyecto de educación libre. En el municipio de Juzbado llevan ya tres cursos. En el curso actual son 22 niños y niñas de edades entre los 3 hasta los 12 años, en los dos ciclos, de Infantil y Primaria. Se trata de un grupo de familias que se unieron con la intención de montar una escuela al margen de la escuela tradicional, con una crítica profunda a cómo está el sistema actualmente. A partir de ahi fueron uniéndose familias. Para ello se buscó un espacio en el mundo rural, en la provincia de Salamanca y en municipio de Juzbado les abrieron sus puertas y dieron todas las facilitades. El ayuntamiento les cedió un espacio en el pueblo, la llamada Casa del Maestro. Para habilitarlo como escuela se realizó una reforma. El centro también puede utilizar el polideportivo del pueblo y otros servicios del municipio como es el salón de actos o la biblioteca. Se trata de un pueblo con muchos recursos y grandes posibilidades, porque además pasa el río Tormes. Además el pueblo cuenta con un interesante museo de la falla. «Para los niños es un entorno amable, cerca de la naturaleza». El grupo de padres proceden de Salamanca ciudad, algunos viven en los pueblos de alrededor de la ciudad y otras familias se han ido a vivir a Juzbado. Mantiene que la idea es tratar de vivir en ese mismo entorno donde esta la escuela. En cuanto al proyecto de Riofrío reconocía que tiene sus similitudes con Juzbado. «Creo que el proyecto de Riofrío es viable y de hecho es algo a lo que tendemos», señalaba.